Reflexiones sobre la vida humana y sus vicisitudes. Moralejas y lecciones de las que todos podemos aprender. Sobre la importancia de vivir el momento y tener la lucidez suficiente para saber disfrutarlo
Relax
miércoles, 21 de septiembre de 2011
EL CAMINO DE LA FELICIDAD
Es la historia de un hombre que estaba harto de llorar. Miro a su alrededor y vio que tenía delante de sus ojos la felicidad. Estiró la mano y quería cogerla.
La felicidad era una flor. La cogió. Y nada más tenerla en su mano, la flor ya se había deshojado.
La felicidad era un rayo de sol. Levantó sus ojos para calentar su cara y enseguida una nube lo apagó.
La felicidad era una guitarra. La acarició con sus dedos, las cuerdas desafinaron.
Cuando al atardecer volvía a casa, el hombre seguía llorando.
A la mañana siguiente siguió buscando la felicidad. A la vera del camino había un niño que lloriqueaba. Para tranquilizarlo cogió una flor y se la dio. La fragancia de la flor perfumó a los dos.
Una pobre mujer temblaba de frío, cubierta con sus harapos. La llevó hasta el sol y también él se calentó.
Un grupo de niños cantaba. Él les acompañó con su guitarra. También él se deleitó con aquella melodía.
Al volver a casa de noche, el buen hombre sonreía de verdad. Había encontrado la felicidad.
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