Relax

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sábado, 27 de octubre de 2012

CORAJE




Había dos templos rivales. Los dos maestros, probablemente sólo se trataba de supuestos maestros; en realidad, debían ser sacerdotes estaban tan en contra el uno del otro que le dijeron a sus seguidores que no debían mirar nunca hacia el otro templo.  
Cada sacerdote tenía un niño a su servicio para traerle cosas o hacer los recados. El sacerdote del primer templo le dijo a su niño sirviente: 
—No hables nunca con el otro chico. Esa gente es peligrosa. Pero los niños son niños. Un día se encontraron en la carretera, y el niño del primer templo le preguntó al otro:
-¿Adónde vas? El otro le dijo:
—A donde me lleve el viento. —Una gran declaración. Pero el primer niño estaba muy avergonzado y ofendido porque no había encontrado ninguna respuesta a esto. Estaba triste y enfadado, y también le remordía la conciencia. Mi maestro me ha dicho que no debía hablar con esa gente. Esa gente es realmente peligrosa. Pero ¿qué clase de respuesta es ésa? Me ha humillado. Fue a su maestro y le dijo lo que había ocurrido:
—Siento haber hablado con él. Tenías razón, son raros. ¿Qué clase de respuesta es ésa? Yo le pregunté: «¿Adónde vas?» una pregunta sencilla, normal y sabía que estaba yendo al mercado igual que yo. Pero me contestó: «A donde me lleve el viento.» El maestro le dijo:
—Te había advertido, pero no me has hecho caso. Mira, mañana te vuelves a colocar en el mismo sitio. Cuando llegue él, le preguntas: -«¿Adónde vas?», y él dirá: «A donde me lleve el viento.>~ Entonces, tú también tienes que ser un poco más filosófico y decirle: «¿Y si no tienes piernas?» —porque el alma es incorpórea y el viento no se puede llevar al alma a ningún sitio, entonces, ¿qué harás?»  
El niño quería estar absolutamente preparado; se pasó toda la noche repitiéndolo. A la mañana siguiente se marchó muy pronto hacia el lugar, se colocó en el mismo sitio, y a la misma hora volvió a aparecer el otro niño. Estaba muy contento, ahora le iba a enseñar qué es la verdadera filosofía. Así que le preguntó:
—¿Adónde vas? —Y se quedó esperando. El niño dijo:
—Voy al mercado a comprar verduras. Y ahora, ¿de qué le servía la filosofía que había aprendido?
La vida es así. No puedes prepararte, no puedes estar listo. Ésa es su belleza, ése es el misterio, que siempre te coge de sorpresa, siempre llega de sorpresa.Cada momento es una sorpresa y no se puede aplicar una respuesta premeditada.

Sacado de las enseñanzas de Osho

lunes, 15 de octubre de 2012

LO MAS IMPORTANTE





En cierta ocasión durante una charla que di ante un grupo de abogados, me hicieron esta pregunta:

- "¿Que es lo mas importante que ha hecho en su vida?".

La respuesta me vino a la mente en el acto, pero no fue la que di, porque las circunstancias no eran las apropiadas. En mi calidad de abogado de la industria del espectáculo, sabia que los asistentes deseaban escuchar anécdotas sobre mi trabajo con las celebridades. Pero, he aquí la verdadera, la que surgió de lo más recóndito de mis recuerdos.

Comencé el día jugando con un amigo mío al que no había visto en mucho tiempo, entre jugada y jugada conversamos acerca de lo que estaba pasando en la vida de cada cual, me contó que su esposa y él acababan de tener un bebe, y que el pequeño los mantenía en vela todas las noches. Mientras jugábamos, un coche se acerco haciendo rechinar las llantas y tocando el claxon con insistencia: era el padre de mi amigo, que consternado, le dijo que su bebe había dejado de respirar y lo habían llevado de urgencia al hospital, en un instante mi amigo subió al auto y se marcho, dejando tras de si una nube de polvo. Por un momento me quede donde estaba, sin acertar a moverme, pero luego trate de pensar que debía hacer:


¿Seguir a mi amigo al hospital? mi presencia allí, me dije, no iba a servir de nada, pues la criatura seguramente estaría al cuidado de médicos y enfermeras, y nada de lo que yo hiciera o dijera iba a cambiar las cosas.
¿Brindarle mi apoyo moral? bueno, quizá, pero tanto el como su esposa provenían de familias numerosas y sin duda estarían rodeados de parientes que les ofrecerían consuelo y el apoyo necesarios pasara lo que pasara, lo único que haría seria estorbar; además había planeado dedicar todo mi tiempo a mi familia, que estaba aguardando mi regreso, así, decidí reunirme con ellos e ir mas tarde a ver a mi amigo.


Al poner en marcha el auto que había rentado, me percate que mi amigo había dejado su camioneta, con las llaves puestas, estacionada junto a las canchas. Me vi entonces ante otro dilema: no podía dejar así el vehículo, pero si lo cerraba y me llevaba las llaves, "¿que iba a hacer con ellas?".
Podía pasar a su casa a dejarlas, pero como no tenia a la mano ni un papel para escribirle una nota, no podría avisarle lo que había hecho. Decidí pues ir al hospital y entregarle las llaves.


Cuando llegue, me indicaron en que sala estaban mi amigo y su esposa, como supuse, el recinto estaba lleno de familiares que trataban de consolarlos. Entre sin hacer ruido y me quede junto a la puerta, tratando de decidir que hacer. No tardo en presentarse un medico, que se acerco a la pareja y, en voz baja les comunico que su bebe había fallecido, víctima del síndrome conocido como muerte en la cuna. Durante lo que pareció una eternidad, estuvieron abrazados, llorando, mientras todos los demás los rodeamos en medio del silencio y el dolor.
Cuando se recuperaron un poco, el medico les pregunto si deseaban estar unos momentos con su hijo. Mi amigo y su esposa se pusieron de pie caminaron resignadamente hacia la puerta, al verme allí, en un rincón, la madre se acerco, me abrazo y comenzó a llorar, también mi amigo se refugio en mis brazos: "gracias por estar aquí" me dijo.


Durante el resto de la mañana permanecí sentado en la sala de urgencias del hospital, viendo a mi amigo y a su esposa sostener en brazos a su bebe y despedirse de él.
Eso es lo más importante que he hecho en mi vida, aquella experiencia me dejo tres enseñanzas:

Lo más importante que he hecho en la vida ocurrió cuando no había absolutamente nada que yo pudiera hacer, nada de lo que aprendí en la universidad, ni en los seis años que llevaba ejerciendo mi profesión, me sirvió en tales circunstancias. A dos personas a las que yo estimaba les sobrevino una desgracia, y yo era impotente para remediarla, lo único que pude hacer fue acompañarlos y esperar el desenlace. pero estar allí en esos momentos en que alguien me necesitaba era lo principal.

Estoy convencido que lo más importante que he hecho en mi vida estuvo a punto de no ocurrir debido a las cosas que aprendí en la universidad y en mi vida profesional: me enseñaron a tomar los datos, analizarlos y organizarlos y después evaluar esa información sin apasionamientos, pero, al aprender a pensar, casi me olvide de sentir. hoy, no tengo duda alguna que debí haber subido al coche sin titubear y seguir a mi amigo al hospital.

Aprendí que la vida puede cambiar en un instante.
Intelectualmente, todos sabemos esto, pero creemos que las desdichas les pasan a otros. así, pues hacemos planes y concebimos nuestro futuro como algo tan real que pareciera que ya ocurrió, pero, al ubicarnos en el mañana dejamos de advertir todos los presentes que pasan junto a nosotros, y olvidamos que perder el empleo, sufrir una enfermedad grave, toparse con un conductor ebrio y miles de cosas mas pueden alterar ese futuro en un abrir y cerrar de ojos.


En ocasiones a uno le hace falta vivir una tragedia para volver a poner las cosas en perspectiva. Desde aquel día busque un equilibrio entre el trabajo y la vida; aprendí que ningún empleo, por gratificante que sea, compensa perderse unas vacaciones, romper con la pareja o pasar un día festivo lejos de la familia y aprendí que lo mas importante en la vida no es ganar dinero, ni ascender en la escala social, ni recibir honores, lo mas importante en la vida es: el tiempo que dedicamos a cultivarnos como personas, cultivar la amistad y el amor. por que al final de cuenta es lo que importa.

sábado, 13 de octubre de 2012

EL SABIO Y EL AMOR









Alguna vez, una pareja disuelta llegó al Sabio y le preguntaron:

-¿Por qué hubo de acabarse nuestro Amor? ¿Por qué hubo de terminarse? Y el Sabio les respondió:

-Porque amaban sólo con su cuerpo...Porque sólo era Amor físico. 
Por que tú la mirabas extasiado y contemplabas la belleza de ella, y ella te miraba y contemplaba extasiada tu belleza...más si sólo es Amor físico, igual puede extasiarse cada uno, con otra belleza.

–Si sólo la belleza de su cuerpo fundamentaba su unión, cuando llegó otro cuerpo más bello para sus ojos...se acabó la unión.

Y se acercó al Sabio otra pareja disuelta y preguntaron:

-¿Por qué nos hemos separado? –Y el Sabio respondió:

Porque amaban sólo con sus mentes, porque era sólo Amor mental.

Porque tú disfrutabas hablando y hablando horas con ella. Porque ella se extasiada, hablando y hablando horas contigo. Porque amaban la conversación y amaban el intelecto...Y este Amor aguantó un poco más, más cuando hubo una conversación más interesante, se acabó.

Y se acercó al Sabio, otra pareja disuelta y preguntaron: -¿Por qué se ha disuelto nuestra unión?

–Y el Sabio les respondió: Porque amaban sólo con sus emociones. Porque tú disfrutabas danzando, riendo, jugando y disfrutando con ella, como ella disfrutaba de su vida, con la emoción que producías al lado de ella. Más cuando hubo una emoción más fuerte y placentera, se acabó. -

Y finalmente el Sabio les dice a las tres parejas:


El Amor verdadero les aquel que reúne todos estas cualidades que he nombrado.
Y es Amor verdadero cuando miras su cuerpo y disfrutas la belleza que contempla tu vista, y amas sus ojos, sus cabellos, amas sus labios, y amas envolverte en sus brazos.

Es Amor verdadero cuando te deleitas escuchándole. Cuando hablas y hablas por horas, sin querer que termine tan bello diálogo. Cuando es igual el lenguaje, y parecen iguales las palabras.

Y tu mente adivina lo que el otro piensa y el otro respeta tu espacio y ama lo que piensas. No intenta cambiar tu personalidad.

Te acompaña y comparte tu pensar y sentir.

Y es Amor verdadero, cuando vibras y disfrutas la vida, cada emoción, cada instante en la risa y en el llanto, en la alegría y en la tristeza, en apoyarse mutuamente, en los momentos difíciles, en los éxitos y en los fracasos, en el silencio y en el diálogo, en la reconciliación y el acuerdo.


El Amor verdadero....todo lo puede, todo lo alcanza, todo lo justifica....todos los muros derriba, todos los obstáculos vence, todas las fallas perdona, todas las dudas aclara...todos los sinsabores endulza, todas las distancias traspasa.

Y el Amor verdadero, no se pregunta:

¨¿Por qué he de amarte acaso? Justifícame y explícame, ¿Por qué he de amarte yo a ti?..¡Gánatelo con títulos y riquezas! ¡Gánatelo con detalles y halagos! ¡Gánatelo con regalos! ¡Gánatelo con homenajes y cantos!¨

El Amor verdadero, se posa frente a ti y te expresa:

¨Estoy aquí para amarte hasta el fin...Estoy aquí para amarte sin preguntarte ¿Por qué?. Estoy aquí para amarte, no importa lo que hagas...Simplemente para amarte!

viernes, 12 de octubre de 2012

SAL Y DOLOR





Un envejecido maestro hindú ya estaba cansado de las quejas de su aprendiz, y así que una mañana, lo mandó por un poco de sal. Cuando volvió el aprendiz, el maestro le dio instrucciones al infeliz joven que pusiera un puñado de sal en un vaso de agua y después beberlo.

- ¿Cómo sabe? Pregunta el maestro.

- Salada, escupe el aprendiz.

El maestro ríe sofocadamente y luego le pide al joven que tome un mismo puñado de sal y lo deposite en el lago. Los dos caminaron en silencio hasta el lago más cercano, y una vez que el aprendiz depositó su puñado de sal en el agua, el anciano le dijo:

- Ahora bebe del lago.

El agua goteaba por la barbilla del joven, el maestro le pregunta:

- ¿Cómo sabe ahora?
- Dulce, hacía nota el aprendiz.
- ¿saboreaste la sal? Pregunta el maestro.
- No. dijo el joven.

En esto, el maestro se sienta al lado del serio joven quien lo recordaba de sí mismo y tomó sus manos, ofreciéndole:
- El dolor de la vida es sal pura; no es más, ni menos. La cantidad de dolor en la vida sigue siendo exactamente el mismo. Sin embargo, La cantidad de amargura que saboreamos depende en el envase que pongamos el dolor. Así que cuando sientas dolor, la única cosa que puedes hacer es agrandar tu sentido de las cosas…

- Deja de ser el vaso. Llega a ser el lago.

jueves, 11 de octubre de 2012

TIEMPO







Cierta vez un hombre muy rico cayó en cama por una enfermedad incurable, los mejores médicos reconocidos internacionalmente lo trataron y buscaron en vano la cura de su enfermedad. Todos sus familiares al saber que su amado ser moriría y que tristemente le quedaban ya pocos días de vida decidieron reunirse y compartir sus últimos días con él. 


El hombre consciente de la situación tomó aire y dijo - Deseo que mi ataúd sea cargado por los mejores médicos que me han tratado. Deseo que todos mis tesoros sean esparcidos por el camino hasta mi tumba, y por último deseo que mis manos queden en el aire fuera del ataúd.

Uno de sus familiares presente más asombrado pregunto cuáles eran sus razones. A lo que el hombre respondió - quiero que los más eminentes médicos carguen mi ataúd para demostrar que ellos no tienen ante la muerte el poder de curar, quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos puedan ver que los bienes materiales aquí conquistados, aquí se quedan, y quiero que mis manos queden descubiertas, para que las personas puedan ver que vinimos con las manos vacías, y con las manos vacías partimos, al morir nada material te llevas.

"El tiempo" es el tesoro más valioso que tenemos, podemos producir más dinero, pero no más tiempo.

martes, 9 de octubre de 2012

VISIONES PARCIALES





Se hallaba el Buda en el bosque de Jeta cuando llegaron un buen número de ascetas de diferentes escuelas metafísicas y tendencias filosóficas.
Algunos sostenían que el mundo es eterno, y otros, que no lo es; unos que el mundo es finito, y otros, infinito; unos que el cuerpo y el alma son lo mismo, y otros, que son diferentes; unos, que el Buda tiene existencia tras la muerte, y otros, que no. Y así cada uno sostenía sus puntos de vista, entregándose a prolongadas polémicas. Todo ello fue oído por un grupo de monjes del Buda, que relataron luego el incidente al maestro y le pidieron aclaración. El Buda les pidió que se sentaran tranquilamente a su lado, y habló así:
--Monjes, esos disidentes son ciegos que no ven, que desconocen tanto la verdad como la no verdad, tanto lo real como lo no real. Ignorantes, polemizan y se enzarzan como me habéis relatado. Ahora os contaré un suceso de los tiempos antiguos. Había un maharajá que mandó reunir a todos los ciegos que había en Sabathi y pidió que los pusieran ante un elefante y que contasen, al ir tocando al elefante, qué les parecía. Unos dijeron, tras tocar la cabeza: “Un elefante se parece a un cacharro”; los que tocaron la oreja, aseguraron: “Se parece a un cesto de aventar”; los que tocaron el colmillo: “Es como una reja de arado”; los que palparon el cuerpo: “Es un granero”. Y así, cada uno convencido de lo que declaraba, comenzaron a querellarse entre ellos.
El Buda hizo una pausa y rompió el silencio para concluir:
--Monjes, así son esos ascetas disidentes: ciegos, desconocedores de la verdad, que, sin embargo, sostienen sus creencias.

La visión parcial entraña más desconocimiento que conocimiento.

jueves, 4 de octubre de 2012

DARLO TODO






Detrás del mostrador, el hombre miraba distraídamente hacia la calle, mientras una pequeña niña se aproximaba al local. Ella aplastó su naricita contra el vidrio del espectacular escaparate y, de pronto, sus ojos color miel brillaron cuando vio un determinado objeto.

Entonces, ella entró decididamente en el local. Pidió ver un hermoso collar azul que le había llamado poderosamente la atención, y le dijo al vendedor:

- Es para mi hermana. ¿Podría hacerme un lindo paquete con ese collar?

El dueño del local, que estaba a un lado, miró a la chica con cierta desconfianza, y con toda tranquilidad, le preguntó:

- ¿Cuánto dinero tienes, pequeña?

Sin alterarse ni un instante, la niña sacó de su bolsillo un atadito lleno de nudos y, delicadamente, fue deshaciéndolos uno a uno. Cuando terminó, colocó orgullosamente el pañuelo sobre el mostrador y, con inusitado aplomo, dijo:

- Esto alcanza, ¿no?. En el pañuelo solamente había unas cuantas monedas… Mirando al dueño con una tierna mirada, que expresaba una mezcla de ilusión y tristeza, le dijo:

- ¿Sabe? Desde que nuestra madre murió, mi hermana me ha cuidado con mucho cariño y la pobre nunca tiene tiempo para ella… Hoy es su cumpleaños, y estoy segura de que ella estará feliz con este collar, porque es justo del color de sus ojos…

El empleado miraba al dueño, sin saber qué hacer o decir, pero éste sólo sonrió a la niña, se fue a la trastienda, y personalmente lo envolvió en un espectacular papel plateado, e hizo un hermoso moño con una cinta azul. Ante el estupor del empleado, el dueño colocó el hermoso paquete en una de las exclusivas bolsas de la joyería, y se lo entregó a la pequeña, diciéndole: - Toma, llévalo con cuidado.

Ella se fue feliz, saltando calle abajo.

Todavía no había terminado el día, cuando una encantadora joven, de cabellos rubios y maravillosos ojos azules, entró en el negocio. Colocó sobre el mostrador el paquete desenvuelto, y preguntó:

- Este collar, ¿fue comprado aquí?

El empleado, cortésmente, le pidió que esperara un momento, y fue a llamar al dueño, quien de inmediato regresó, y con la más respetuosa sonrisa, le dijo:

- Sí, señora, este collar es una de las piezas especiales de nuestra colección exclusiva y, en efecto, fue comprado aquí esta mañana.

- ¿Cuánto costó?

- Lamento no poder brindarle esa información, señora. Es nuestra política, que el precio de cualquier artículo siempre es un asunto confidencial entre la empresa y el cliente.

- Pero mi hermana sólo tenía algunas monedas, que ha juntado haciendo muñecas de trapo con ropa vieja, pues mi sueldo es demasiado modesto y apenas nos alcanza para sobrevivir. Este collar, ciertamente, no es de fantasía, ¡y ella simplemente no tendría dinero suficiente para pagarlo…!

El hombre tomó el estuche, rehizo el envoltorio casi ceremoniosamente y, con mucho cariño, colocó de nuevo la cinta, diciendo mientras se lo devolvía a la joven:

- Ella pagó el precio más alto que cualquier persona puede pagar: Ella dio todo lo que tenía.

El silencio llenó el local, y las lágrimas rodaron por el rostro de la joven, mientras sus manos tomaban el paquete y salía de allí lentamente, abrazándolo fuerte, contra su pecho.

CONFUSIÓN





Había una vez un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos. Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente triste. El pobre tenía un problema: "No sabía quién era".

Lo que le faltaba era concentración, le decía el manzano, si realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas. "¿Ves qué fácil es?".

No lo escuches, exigía el rosal. Es más sencillo tener rosas y "¿Ves qué bellas son?".
Y el árbol desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado.
Un día llegó hasta el jardín el buho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó: "No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. Yo te daré la solución: No dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas... ¡sé tú mismo!, ¡conócete!, y para lograrlo, escucha tu voz interior". Y dicho ésto, el buho desapareció.

¿Mi voz interior...?, ¿Ser yo mismo...?, ¿Conocerme...?, Se preguntaba el árbol desesperado, cuando finalmente comprendió... y cerrando los ojos y los oídos, ¡abrió el corazón!, y por fin pudo escuchar su voz interior diciéndole: 
"Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble, y tu destino es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje. Tienes una misión... ¡Cúmplela!".

Y el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado. Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos. Y sólo entonces el jardín fue completamente feliz 

miércoles, 3 de octubre de 2012

SALVADORES




«¿Qué demonios estás haciendo?», le pregunté al mono cuando le vi sacar un pez del agua y colocarlo en la rama de un árbol.«Estoy salvándole de perecer ahogado», me respondió.

Lo que para uno es comida, es veneno para otro. El sol, que permite ver al águila, ciega al búho.