Relax

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sábado, 28 de mayo de 2011

LA QUEJA

Nunca te quejes de nadie, ni de nada,
porque fundamentalmente tu has hecho
lo que querías en tu vida.

Acepta la dificultad de edificarte a ti
mismo y el valor de empezar corrigiéndote.
El triunfo del verdadero hombre surge de
las cenizas de su error.

Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte,
enfréntala con valor y acéptala.
De una manera u otra es el resultado de tus actos
y prueba que tu siempre has de ganar.

No te amargues de tu propio fracaso
ni se lo cargues a otro,
acéptate ahora o seguirás justificándote
como un niño.

Recuerda que cualquier momento es
bueno para comenzar y que ninguno
es tan terrible para claudicar.

No olvides que la causa de tu presente
es tu pasado así como la causa de tu
futuro será tu presente.

Aprende de los audaces, de los fuertes,
de quien no acepta situaciones,
de quien vivirá a pesar de todo,
piensa menos en tus problemas
y más en tu trabajo y tus problemas
sin eliminarlos morirán.

Aprende a nacer desde el dolor
y a ser más grande que el más grande
de los obstáculos,
mírate en el espejo de ti mismo
y serás libre y fuerte y dejarás de ser un
títere de las circunstancias porque tu
mismo eres tu destino.

Levántate y mira el sol por las mañanas
y respira la luz del amanecer.

Tú eres parte de la fuerza de tu vida,
ahora despiértate, lucha, camina, decídete
y triunfarás en la vida;
nunca pienses en la suerte
porque la suerte es: el pretexto de los fracasados.

~ Pablo Neruda ~

jueves, 26 de mayo de 2011

LA CARRETERA DE LA VIDA





“Cuando conduzco el coche, me molesta que quien está junto a mi, me diga que camino tomar, que me detenga o ¡cuidado! Yo soy el conductor. Yo se porque hago lo que hago. Y el conductor es el único que lo sabe. Nunca hago caso de quien quiere decirme como conducir, porque por eso pasan accidentes”.
Escuché que le respondía un hombre a su amiga, cuando esta le comentó que su hija conducía un coche, y le dijo que acelerara para evitar un trailer. Su hija le hizo caso, pero no alcanzó a pasarlo. El trailer se llevó el coche. Afortunadamente viven para contarlo.

Como un rayo, comparé las similitudes que tiene este ejemplo con nuestra vida.

Nuestro coche se llama “vida”.

Somos los conductores de nuestra propia vida. Desafortunadamente, muchos no asumen esa responsabilidad.

Son conductores miedosos, que les gusta preguntar a cuanto tripulante tienen, que deben hacer.

Y como resultado, tienen accidentes o no están satisfechos con su vida. ¿Por qué siguen escuchando los consejos de otros, cuando no están satisfecho con los resultados?

Simple. Es más fácil culpar a otros de sus fracasos, que ser responsables de sus decisiones.

Es el caso de la chica que le pregunta a la mamá ¿Qué debo estudiar?

O el caso del chico que pregunta ¿Cuál carrera da más dinero?

Porque el precio de seguir los impulsos de tu corazón, de tomar tus propias decisiones, es la posibilidad de fracasar.

Nadie puede esperar tener éxito en lo que le gusta con tan solo unos intentos. La historia está llena de hombres que estuvieron peleando por sus ideas, y que después de fracasos temporales, obtuvieron el éxito.

Aplicaron la persistencia en sus sueños.

La sensación de libertad, de asumir el control del volante de tu vida, te dará una seguridad y energía interior que no tiene precio.

Aunque las derrotas temporales te causen dolor… cuando sean cosa del pasado, te divertirá recordarlas. Le dará más valor a tu éxito.

Detén a esa persona matapasiones, y no la escuches cuando quiera dirigir el coche de tu vida, a una velocidad diferente a la que tú lo haces.

El no conoce porqué haces lo que haces. No conoce tu vida, como tú la conoces.

El no comprende tus sueños y motivos.

Finalmente, él en sus consejos, proyecta lo que él es. Lo que el hace. Lo que haría en tu lugar. Y si es un mediocre, y le haces caso… vas a acabar siendo un mediocre también.

Observa que las personas que han tenido éxito, primero se escuchan a sí mismas. Fueron tercas en escucharse primero a ellas mismas, antes que a los demás.

¿Que consejo te puedo dar? Hay dos frases que me encantan: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar” de Machado, y “Try hard enough” de Malcolm Forbes, esto es: sigue intentando hasta que tengas éxito.

Recordando mi vida, veo que las actividades en que he tenido más éxito, son en las que he aplicado estas dos frases. Y añade otro ingrediente: la esperanza.

En lo que más he tenido éxito, siempre hubo un momento en el que tuve un fracaso tan doloroso, que se abrían ante mi dos caminos: seguir adelante a pesar de que parecía que no lo lograría, o resignarme.

Al tomar el camino de seguir adelante… ¡lo logré! Te confieso que ya no creía en mi. Pero tenía la esperanza de lograrlo. Y la esperanza, transformó en realidad mis sueños.

También, hubo momentos en los que elegí el camino de la resignación. Me excusé ante mi mismo con mil pretextos de porque había fracasado. Pero no dejo de pensar que pude haber elegido la otra vereda y que pude haber tenido éxito.

La esperanza debes mezclarla con la persistencia también. Tu Breve Espacio, es fruto de la esperanza y persistencia combinadas.

La espernaza también ha sido muy importante para mi. Me ha dado la paz y serenidad necesarias cuando parece que mi mundo se voltea de cabeza.

Te invito a que experimentes la emoción de conducir el coche de tu vida. Disfrútalo a tu ritmo, a tu manera ¡Y condúcelo hasta las estrellas!

¡Suerte!

martes, 24 de mayo de 2011

SILENCIO INTERNO




Habla simplemente cuando sea necesario.
Piensa lo que vas a decir antes de abrir la boca.
Sé breve y preciso ya que cada vez que dejas salir una palabra,
dejas salir al mismo tiempo una parte de tu chi.

De esta manera aprenderás a desarrollar el arte de hablar sin perder energía.
Nunca hagas promesas que no puedas cumplir.

No te quejes y no utilices en tu vocabulario
palabras que proyecten imágenes negativas
porque se producirá alrededor de ti
todo lo que has fabricado con tus palabras cargadas de chi.


Texto Taoista

Si no tienes nada bueno, verdadero y útil qué decir,
es mejor quedarse callado y no decir nada.

Aprende a ser como un espejo: Escucha y refleja la energía.

El universo mismo es el mejor ejemplo de un espejo
que la naturaleza nos ha dado,
porque el universo acepta sin condiciones nuestros pensamientos,
nuestras emociones, nuestras palabras, nuestras acciones
y nos envía el reflejo de nuestra propia energía
bajo la forma de las diferentes circunstancias
que se presentan en nuestra vida.
Si te identificas con el éxito, tendrás éxito.

Si te identificas con el fracaso, tendrás fracasos.

Así podemos observar que las circunstancias que vivimos
son simplemente manifestaciones externas
del contenido de nuestra habladuría interna.
Aprende a ser como el universo,
escuchando y reflejando la energía
sin emociones densas y sin prejuicios.

Porque siendo como un espejo sin emociones
aprendemos a hablar de otra manera.

Con el poder mental tranquilo y en silencio,
sin darle oportunidad de imponerse
con sus opiniones personales
y evitando que tenga reacciones emocionales excesivas,
simplemente permite una comunicación sincera y fluida.
No te dés mucha importancia, y sé humilde,
pues cuanto más te muestras superior,
inteligente y prepotente,
más te vuelves prisionero de tu propia imagen
y vives en un mundo de tensión e ilusiones.

Sé discreto, preserva tu vida íntima,
de esta manera te liberas de la opinión de los otros
y llevarás una vida tranquila volviéndote
invisible, misterioso, indefinible,
insondable como el Tao.
No compitas con los demás, vuélvete como la tierra
que nos nutre, que nos da lo que necesitamos.

Ayuda a los otros a percibir sus cualidades,
a percibir sus virtudes, a brillar.

El espíritu competitivo hace que crezca el ego
y crea conflictos inevitablemente.

Ten confianza en ti mismo,
preserva tu paz interna
evitando entrar en la provocación
y en las trampas de los otros.
No te comprometas fácilmente.
Si actúas de manera precipitada
sin tomar conciencia profunda de la situación,
te vas a crear complicaciones

La gente no tiene confianza en aquellos que muy fácilmente dicen "sí",
porque saben que ese famoso "sí" no es sólido y le falta valor.

Toma un momento de silencio interno
para considerar todo lo que se presenta
y toma tu decisión después.

Así desarrollarás la confianza en ti mismo y la sabiduría.
Si realmente hay algo que no sabes,
o no tienes la respuesta a la pregunta que te han hecho, acéptalo.

El hecho de no saber es muy incómodo para el ego
porque le gusta saber todo, siempre tener razón
y siempre dar su opinión muy personal.

En realidad el ego no sabe nada,
simplemente hace crer que sabe.
Evita el hecho de juzgar y de criticar,
el Tao es imparcial y sin juicios,
no critica a la gente,
tiene una compasión infinita y no conoce la dualidad.

Cada vez que juzgas a alguien
lo único que haces es expresar tu opinión muy personal
y es una pérdida de energía,
es puro ruido.

Juzgar es una manera de esconder sus propias debilidades.

El sabio tolera todo y no dirá ni una palabra.
Recuerda que todo lo que te molesta de los otros
es una proyección de todo lo que
todavía no has resulto de ti mismo

Deja que cada quien resuelva sus propios problemas
y concentra tu energía en tu propia vida.
Ocúpate de ti mismo, no te defiendas.
Cuando tratas de defenderte
en realidad estás dándole demasiada importancia
a las palabras de los otros
y le das más fuerza a su agresión.

Si aceptas el no defenderte estás mostrando
que las opiniones de los demás no te afectan,
que son simplemente opiniones
y que no necesitas convencer a los otros para ser feliz.
Tu silencio interno te vuelve impasible.
Haz regularmente un ayuno de la palabra para volver a educar al ego
que tiene la mala costumbre de hablar todo el tiempo

Practica el arte de no hablar.
Toma un día a la semana para abstenerte de hablar.
O por lo menos algunas horas en el día
según lo permita tu organización personal.
Este es un ejercicio excelente para conocer
y aprender el universo del Tao ilimitado
en lugar de tratar de explicar con las palabras qué es el Tao.
Progresivamente desarrollarás el arte de hablar sin hablar
y tu verdadera naturaleza interna
reemplazará tu personalidad artificial,
dejando aparecer la luz de tu corazón
y el poder de la sabiduría del silencio.

Gracias a esta fuerza atraerás hacia ti todo lo que necesitas
para realizarte y liberarte completamente.

Pero hay que tener cuidado de que el ego no se inmiscuya.
El poder permanece
cuando el ego se queda tranquilo y en silencio.

Si tu ego se impone y abusa de este poder
el mismo poder se convertirá en un veneno,
y todo tu ser se envenenará rápidamente.
Quédate en silencio, cultiva tu propio poder interno.

Respeta la vida de los demás y de todo lo que existe en el mundo.

No trates de forzar, manipular y controlar a los otros.

Conviértete en tu propio maestro y deja a los demás ser lo que son,
o lo que tienen la capacidad de ser.

martes, 17 de mayo de 2011

EL SUFRIMIENTO




Definitivo, como todo lo que es simple. Nuestro dolor no viene de las cosas vividas, sino de las cosas que fueron soñadas y que no se cumplieron.
¿Por qué sufrimos tanto por amor? Lo correcto sería que la gente no sufra, apenas agradecer por haber conocido una persona tan linda, que generó en nosotros un sentimiento intenso y que nos hizo compañía por un tiempo razonable, un tiempo feliz.
¿Por qué sufrimos?
Porque automáticamente olvidamos lo que fue disfrutado y comenzamos a sufrir por nuestras proyecciones irrealizadas, por todas las ciudades que nos hubiera gustado conocer al lado de nuestro amor, y no conocimos, por todos los hijos que nos hubiera gustado tener juntos y no tuvimos, por todos los espectáculos, libros y silencios que nos hubiera gustado de haber compartido y no compartimos. Por todos los besos cancelados, por la eternidad.
Sufrimos, no porque nuestro trabajo es desgastante y paga poco, sino por todas las horas libres que dejamos de tener para ir al cine, para conversar con un amigo, para nadar, para enamorar.
Sufrimos, no porque nuestra madre es impaciente con nosotros, sino por todos los momentos en que podríamos estar confidenciando con ella, nuestras más profundas angustias y ella estuviese interesada en comprendernos.
Sufrimos, no porque nuestro equipo perdió, sino por la euforia perdida.
Sufrimos no porque envejecemos, sino porque el futuro nos está siendo confiscado, impidiendo así que mil aventuras nos sucedan, todas aquellas con las cuales soñamos y nunca llegamos a tener.
¿Cómo aliviar el dolor de lo que no fue vivido?
La respuesta es simple como un verso:
Cada día que vivo, me convenzo más de que el desperdicio de la vida está en el amor que no damos, en las fuerzas que no usamos, en la prudencia egoísta que nada arriesga, y que, esquivándose del sufrimiento, hace perder también la felicidad.
El dolor es inevitable. El sufrimiento es opcional.

Carlos Drummond de Andrade

miércoles, 11 de mayo de 2011

VIVIR






Hoy me puse a pensar la importancia que no le damos a la vida, cuando ésta sin querer nos quita cosas, pensamos que es injusta y olvidamos que sin ella no seríamos quienes somos.
Todos estamos llenos de momentos felices y nos sentimos morir cuando algo se termina.
La felicidad llega en cualquier momento, todo en el mundo se termina, hasta lo más hermoso, hasta lo más molesto y doloroso.
A veces nosotros pensamos que estar solos es el fin de la vida y no nos damos cuenta que a veces la soledad nos ayuda a encontrar respuestas que no estaban.
¿Por qué cuantas veces estamos acompañados de mucha gente y en realidad nos sentimos solos?.
El amor tiene un millón de vueltas, a veces nos sorprende y nos da felicidad y a veces se transforma en lo peor que hay y nos da el peor de los sufrimientos.
Pensando todo esto , crecí un poquito mas, aprendí a sonreír un poco mas y a ver la realidad tal cual como es, pero sobre todo pude darme cuenta que no sirve de nada el ORGULLO cuando existe la AMISTAD y el AMOR,que no sirve LLORAR cuando un amor se va,
que no vale la pena aprender a CALLAR y que si sientes algo por alguien..... díselo, no te calles, pero díselo hoy, porque mañana puede ser demasiado tarde, y que no existen FRONTERAS cuando nos sentimos vivos y que la DISTANCIA no es importante cuando existe AMOR verdadero y que si de verdad queremos algo o a alguien debemos LUCHAR por conseguirlo y nunca rendirnos.
También me di cuenta de que deberíamos hacer mas caso a nuestro CORAZON, a nuestra voz interior y no hacer caso a lo que digan los demás.
Nos pasamos media vida haciendo cosas con las que no estamos de acuerdo, a veces pensando mas en los demás que en nosotros mismos.
Y esta bien pensar en el bienestar de los demás, pero ............ ¿que pasa con lo que verdaderamente queremos nosotros?.

lunes, 9 de mayo de 2011

REFLEXIONES EN EL RÍO PIEDRA




A orillas de río piedra...

Solo entendemos del todo el milagro de la vida cuando dejamos que suceda lo inesperado.

Todos los días Dios nos da, junto con el sol, un momento en el que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices.

Todos los días tratamos de fingir que no percibimos ese momento, que ese momento no existe, que hoy es igual que ayer y será igual que mañana.

Pero quien presta atención a su día, descubre el instante mágico. Puede estar escondido en la hora en que metemos la llave en la puerta por la mañana, en el instante de silencio después del almuerzo, en las mil y una cosas que nos parecen iguales.

Ese momento existe: un momento en el que toda la fuerza de las estrellas pasa a través de nosotros y nos permite hacer milagros.

La felicidad es a veces una bendición, pero por lo general es una conquista.

El instante mágico del día nos ayuda a cambiar, nos hace ir en busca de nuestros sueños.

Vamos a sufrir, vamos a tener momentos difíciles, vamos a afrontar muchas desilusiones.... pero todo es pasajero y no deja marcas. Y en el futuro podemos mirar hacia atrás con orgullo y fe.

Pobre del que tiene miedo de correr riesgos. Porque ese quizá no se decepcione nunca, ni tenga desilusiones, ni sufra como los que persiguen un sueño.

Pero al mirar hacia atrás oirá que el corazón le dice:

"¿ Qué hiciste con los milagros que Dios sembró en tus días?

¿ Qué hiciste con los talentos que tu maestro te confió?

Los enterraste en el fondo de una cueva, porqué tenías miedo de perderlos.

Entonces, ésta es tu herencia: la certeza de que has desperdiciado tu vida "

Pobre de quien escucha estas palabras!!.

Porque entonces creerá en milagros, pero los instantes mágicos de su vida ya habrán pasado.

(Paulo Cohelo)

viernes, 6 de mayo de 2011

CUENTO ZEN...




Chiyono era una mujer bella.
Aunque en su interior atesoraba el amor más puro y hermoso, la mayoría de los hombres que se acercaron a su vida buscaban disfrutar del deseo que les despertaba la perfección de su cuerpo.
Y Chiyono descubrió que no había hombre que pudiera corresponder a su amor; que el único amante que podía ver lo que los ojos velaban era el amor divino. Y vagó de monasterio en monasterio, y en todos recibió la misma negativa. Su belleza sólo podría alterar la tranquilidad de los monjes, y hasta era posible que consiguiera con su sola presencia que más de uno abandonara la austeridad y el silencio.
Chiyono, cansada de ser valorada sólo por su aspecto, deformó su cuerpo sometiéndolo a dolorosas quemaduras. Su rostro, de piel aterciopelada y blanco perla, era ahora carne viva y purulenta. Tras recuperarse de sus heridas, decidió volver a visitar los monasterios que antes le habían cerrado sus puertas.
Al ver su aspecto y conocer el porqué de su estado, los monjes aceptaron respetuosamente su presencia y valoraron su deseo de volcar su vida al despertar divino.
Cuando pudo por fin dedicarse a lo que quería, estuvo años -década tras década- realizando las mismas rutinas, pacientemente, intentando mantenerse alerta a las indicaciones de los maestros y a sus propias experiencias. Su vida era bien sencilla; pero había aprendido que no eran las actividades en sí las que daban plenitud y sentido a la vida, sino la actitud con que éstas se realizaban.
De sus maestros había aprendido también a observarse al caminar… al fregar el suelo… al preparar la comida… al meditar sentada frente a un muro carente de objetos… Observaba su aburrimiento, su tristeza, su ira, su sueño… y sabía que en la realidad iluminada nada de esto era de ella… Si se aburría, se decía: "el aburrimiento está pasando por mí"… Si reaccionaba con ira, no la reprimía ni justificaba; se observaba y se decía: "la ira está pasando por mí".
Y así estuvo años y más años, intentando ir más allá de la aparente repetición de la rutina, para descubrir la cualidad de frescura y espontaneidad que tenía, no lo acción en sí (fuera o no fuera nueva), sino la vivencia constante en el eterno presente.
Una noche, realizando una de las tareas propias de su rutina, fue a buscar agua a un pozo cercano. Tras llenar el destartalado cubo, se dispuso a llevarlo con calma y cuidado para no perder parte de su preciado contenido durante el camino. La noche, de nubes y claros, estaba tenuemente iluminaba por el resplandor de una hermosa luna llena. Chiyono alternaba su vista en el suelo, la Luna y el reflejo oscilante de ésta en el agua del balde.
De repente, mientras observaba el reflejo de la luna en el agua, tropezó, cediendo las asas y rompiéndose al impactar contra el suelo.
Durante unos instantes, la monja Chiyono permaneció inmóvil, observando los restos del cubo y cómo el agua se filtraba poco a poco en las porosidades del suelo… Luego, miró directamente a la luna… Y en ese sencillo percance, tras años de esfuerzo, paciencia y tenacidad, Chiyono se iluminó.
Rememorando lo que sintió en ese instante, escribió:
De un modo y otro traté de mantener el cubo íntegro, esperando que el débil bambú nunca se rompiera. De repente, el fondo se cayó. No más agua; no más reflejo de la luna en el agua: vaciedad en mi mano.

martes, 3 de mayo de 2011

DESEOS...

Para los que conozco hace años y para los que conozco hace minutos y para los que quiero desde siempre y para los que quiero desde ahora. Te deseo primero que ames, y que amando, también seas amado. Y que de no ser así, seas breve en olvidar, y que después de olvidar, no guardes rencores. Deseo, pues, que no sea así, pero que si es, sepas ser feliz. Te deseo también que tengas amigos, y que sean valientes, fieles, sinceros y hasta algunas veces inconscientes. Pero que por lo menos haya uno en quien puedas confiar sin dudar. Y porque así es la vida, deseo también que tengas enemigos. Ni muchos ni pocos, en la medida exacta, para que algunas veces te cuestiones tus certezas. Y entre ellos, haya uno por lo menos que sea justo, para que te haga poner los pies en la tierra. Te deseo además que seas útil, mas no insustituible. Y que en los momentos malos, cuando no quede más nada, esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie. Igualmente, te deseo que seas tolerante; no con los que se equivocan poco,
sino con los que se equivocan mucho e irremediablemente, y que haciendo buen uso de esa tolerancia, sirvas de ejemplo a otros. Te deseo que siendo joven no madures demasiado de prisa, y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer, y que siendo viejo no te dediques al desespero. Porque cada edad tiene su placer y su dolor, y es necesario que fluyan entre nosotros. Te deseo de paso que seas triste. No todo el año, sino apenas un día. Pero que en ese día descubras que la risa diaria es buena, para valorar nuestras bendiciones y dar gracias por ello. Te deseo que descubras, con urgencia máxima, por encima y a pesar de todo, que existen y que te rodean seres oprimidos, tratados con injusticia y personas infelices. Pero siempre tendrás la oportunidad de llevar una palabra de consuelo. Deseo también que plantes una semilla, por más minúscula que sea, y la acompañes en su crecimiento, para que descubras de cuántas vidas está hecho un árbol. Te deseo, además, que tengas dinero, porque es necesario ser práctico. Y que por lo menos una vez al año, pongas algo de ese dinero
frente a ti y digas: "esto es mío", sólo para que quede claro quién es el dueño de quién. Te deseo que ninguno de tus afectos muera, pero que si muere alguno
puedas llorar sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable. Te deseo por fin, siendo hombre que tengas una buena mujer, y que siendo mujer tengas un buen hombre, mañana y al día siguiente, y cuando estén exhaustos y sonrientes, hablen sobre amor para recompensar. Si todas estas cosas llegaran a pasar, no tengo nada más que desearte. Víctor Hugo

LA VIDA ES TEATRO




La vida es una obra de teatro que no permite ensayos
Por eso canta, rie, baila, llora
y vive intensamente cada momento de tu vida...
Antes que el telón baje
y la obra termine sin aplausos..
¡Hey...hey... !! sonríe...
más no te escondas detrás de esa sonrisa...
Muestra aquello que eres, sin miedo..
Existen personas que sueñan con tu sonrisa,
así como yo...
¡Vive! ¡Intenta!
La vida no pasa de una tentativa.
¡Ama! por encima de todo,
ama a todo y a todos.
No cierres los ojos a la suciedad del mundo,
no ignores el hambre!
Olvida la bomba!
pero antes haz algo para combatirla,
aunque no te sientas capáz.
¡Busca!
Busca lo que hay de bueno en todo y todos.
No hagas de los defectos una distancia
y sí, una proximación.
¡Acepta!
La vida, las personas,
haz de ellas tu razón de vivir.
¡Entiende!
Entiende a las personas que piensan diferente a tí,
no las repruebes.
¡EH! Mira!
Mira a tu espalda...cuá ntos amigos!!
¿Ya hiciste a alguien felíz hoy?
¿O hiciste sufrir a alguien con tu egoísmo?
¡EH!! No corras...!!
¿Para qué tanta prisa?
Corre apenas dentro tuyo.
¡Sueña!
Pero no perjudiques a nadie
ni transformes tu sueño en fuga.
¡Cree..!! ¡Espera..!!
Siempre habrá una salida,
siempre brillará una estrella.
¡Llora! ¡Lucha!!
Haz aquéllo que te gusta,
siente lo que hay dentro de tí.
Oye...
escucha lo que las otras personas
tienen que decir,
es importante.
Sube...
haz de los obstáclos escalones
para aquello que quieres alcanzar.
Más no te olvides de aquellos
que no consiguieron subir
en la escalera de la vida.
¡Descubre...!
Descubre aquello que es bueno dentro tuyo.
Procura por encima de todo ser gente,
yo también lo voy a intentar.
¡Hey..! Tú...!
Ahora vé en paz.
Yo quiero decirte que: "te adoro"...
simplemente porque existes.


-Charles Chaplin-