Relax

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domingo, 30 de octubre de 2011

COMPARACIONES





Debemos estar siempre atentos a nuestros razonamientos, ser siempre nosotros mismos y no caer en el pozo de las comparaciones. El que apoya su vida en la comparación con los demás, al final perderá su identidad, se perderá a si mismo...

Me viene a la mente un viejo cuento del entrañable Nasrudin....


El mulá Nasrudín iba vestido con una túnica harapienta y sucia. El gobernante lo increpó:

- "¿Cómo te atreves a presentarte ante mí en ese estado de suciedad? ¿Es que no te da vergüenza?"

- "Siempre estoy relativamente limpio", contestó Nasrudín. "En mi alforja guardo otra túnica y me la pondré cuando la que visto ahora esté más sucia que ésta."

- "Pero ¿cuándo las lavas?"

- "Nunca. Cada vez que la túnica que estoy usando está más sucia que la llevo en mi alforja, me la cambio. ¡Siempre estoy relativamente limpio!"


¡Ojo a las comparaciones! En la mayoría de los casos no son sino escusas para autoengañarnos....

sábado, 29 de octubre de 2011

EL VACIO





Alejandra caminaba con su padre cuando éste, de repente, se detuvo en una curva del camino. Después de un breve silencio le preguntó:

- “Además del cantar de los pájaros, ¿qué oyes Alejandra?”

La niña paró, aguzando sus oídos. Después de unos segundos respondió:

- “Papá, estoy oyendo el ruido de una carreta que se acerca.”

- “Muy bien - respondió su padre -. Tienes razón, se está acercando una carreta vacía.”

Alejandra, asombrada, preguntó a su padre:

- “¿Cómo sabes que es una carreta vacía si aún no la has visto?”

Entonces el padre respondió:

- “Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por el ruido que hace. Cuanto más vacía está la carreta, mayor ruido hace.”

Alejandra se convirtió en adulta y, siempre que veía una persona interrumpiendo una conversación y hablando demasiado de sí misma, de forma inoportuna o violenta, o presumiendo de lo que poseía, tenía la impresión de oír la voz de su padre diciendo:

- "Cuanto más vacía está la carreta, mayor es el ruido que hace."

miércoles, 19 de octubre de 2011

EL MELON






Un maestro zen le ofreció un melón a su discípulo y le preguntó:

- ¿Qué te parece este melón? ¿Está bueno?

- Sí, sabe muy bien – contestó el discípulo.

- ¿Dónde está ese sabor? – le preguntó luego el maestro -. ¿En el melón o en tu lengua?

El discípulo reflexionó y se lanzó a dar complicadas explicaciones:

- Este sabor procede de una interdependencia entre el melón y mi lengua, porque mi lengua sola, sin el melón, no puede…

El maestro lo interrumpió bruscamente:

- ¡Idiota! ¡Más que idiota! ¿Qué pretendes? Este melón está bueno. Eso basta....


A veces nos perdemos en racionamientos absurdos e inútiles....

martes, 18 de octubre de 2011

LA PERDIDA



Cuando perdemos algo los sentimientos que experimentamos son muy diversos.En ocasiones lloramos el hecho de no poder a volver a contar con aquello que se fue y en otras lo que realmente nos duele es el hecho de "perder" en si mismo, siendo en este último caso nuestro ego el que toma las riendas.

En tal sentido recuerdo un cuento que viene muy al caso...

- He perdido la mula, he perdido la mula,estoy desesperado, ya no puedo seguir así. No puedo vivir si no encuentro mi mula.

Así lloriqueaba Nasrudín recorriendo el pueblo buscando su mula perdida.

- Aquel que encuentre mi mula -repetía- va a recibir como recompensa... mi mula.

Y la gente le decía:

- Estás loco... Has enloquecido ¿Perdiste la mula y vas a ofrecer como recompensa tu propia mula?

A lo que él respondía:

- Sí, porque a mí me molesta no tenerla, pero mucho más me molesta haberla perdido.


En definitiva yo puedo vivir sin esto o aquello, lo que realmente me fastidia es que habiendo estado aparentemente bajo mi control, bajo mi disciplina... ya no lo esta... y todo ello ha ocurrido fuera de mi control.

Un tema sobre el que reflexionar....

sábado, 15 de octubre de 2011

PALILLOS




Cierto día, un sabio visitó el infierno. Allí, vio a mucha gente sentada en torno a una mesa ricamente servida. Estaba llena de alimentos, a cual más apetitoso y exquisito. Sin embargo, todos los comensales tenían cara de hambrientos y el gesto demacrado: Tenían que comer con palillos; pero no podían, porque eran unos palillos tan largos como un remo. Por eso, por más que estiraban su brazo, nunca conseguían llevarse nada a la boca.

Impresionado, el sabio salió del infierno y subió al cielo. Con gran asombro, vio que también allí había una mesa llena de comensales y con iguales manjares. En este caso, sin embargo, nadie tenía la cara desencajada; todos los presentes lucían un semblante alegre; respiraban salud y bienestar por los cuatro costados. Y es que, allí, en el cielo, cada cual se preocupaba de alimentar con los largos palillos al que tenía enfrente.

jueves, 13 de octubre de 2011

APRENDIENDO

Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia
...entre sostener una mano y encadenar un alma, y uno
aprende que el amor no significa acostarse y una
compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender...
Que los besos no son contratos y los regalos no son
promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la
cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende a
construir todos sus caminos en el hoy, porque el
terreno de mañana es demasiado inseguro para planes...
y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende que si es
demasiado, hasta el calor del sol quema. Así que uno
planta su propio jardín y decora su propia alma, en
lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno
realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno
aprende. Y aprende... y con cada día aprende.
Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te
ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano
querrás volver a tu pasado.
Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de
amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte,
puede brindarte toda la felicidad que deseas.
Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de
esa persona sólo por acompañar tu soledad,
irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.

Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son
contados, y que el que no lucha por ellos tarde o
temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.
Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un
momento de ira pueden seguir lastimando a quien
heriste, durante toda la vida.
Con el tiempo aprendes que disculpar lo hace
cualquiera, pero perdonar es sólo de almas grandes.
Con el tiempo comprendes que aunque seas feliz con tus
amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.
Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia
vivida con cada persona es irrepetible.
Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o
desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá
las mismas humillaciones o desprecios multiplicados al cuadrado.
Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos
en el hoy, porque el terreno del mañana es demasiado
incierto para hacer planes.
Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o
forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean
como esperabas.
Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo
mejor no era el futuro, sino el momento que estabas
viviendo justo en ese instante.
Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que
están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer
estaban contigo y ahora se han marchado.
Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir
perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que
necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una
tumba, ya no tiene sentido.
Pero desafortunadamente, solo con el tiempo...
Aprovecha tu tiempo, es muy escaso...


Jorge Luis Borges

sábado, 8 de octubre de 2011

EL DESENCANTO





Se trataba de un hombre que nunca había tenido ocasión de ver el mar.

Vivía en un pueblo del interior de la India. Una idea se había instalado con fijeza en su mente: “No podía morir sin ver el mar”. Para ahorrar algún dinero y poder viajar hasta la costa, tomó otro trabajo además del suyo habitual. Ahorraba todo aquello que podía y suspiraba porque llegase el día de poder estar ante el mar.

Fueron años difíciles. Por fin, ahorró lo suficiente para hacer el viaje. Tomó un tren que le llevó hasta las cercanías del mar. Se sentía entusiasmado y gozoso. Llegó hasta la playa y observó el maravilloso espectáculo. ¡Qué olas tan mansas! ¡Qué espuma tan hermosa! ¡Qué agua tan bella! Se acercó hasta el agua, cogió una poca con la mano y se la llevó a los labios para degustarla. Entonces, muy desencantado y abatido, pensó: “!Qué pena que pueda saber tan mal con lo hermosa que es!”

Por ignorancia, cuando tus expectativas no son satisfechas, te desencantas. El ser liberado sólo espera aquello que ocurre.

miércoles, 5 de octubre de 2011

UN NUEVO DIA





Esta mañana desperté emocionado con todas las cosas que tengo que hacer antes de que el reloj marque la medianoche.Tengo responsabilidades que cumplir hoy. Soy importante. Mi trabajo es escoger qué clase de día voy a tener.Hoy puedo quejarme porque el día esta lluvioso, o puedo dar gracias a Dios porque las plantas están siendo regadas gratis.Hoy me puedo sentir triste porque no tengo más dinero, o puedo estar contento de que mis finanzas me empujan a planear mis compras con inteligencia.Hoy puedo quejarme de mi salud, o puedo regocijarme de que estoy vivo.Hoy puedo lamentarme de todo lo que mis padres no me dieron mientras estaba creciendo, o puedo sentirme agradecido de que me permitieran haber nacido.Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas, o puedo celebrar que las espinas tienen rosas.Hoy puedo auto compadecerme por no tener muchos amigos, o puedo emocionarme y embarcarme en la aventura de descubrir nuevas relaciones.Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar, o puedo gritar de alegría porque tengo un trabajo.Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a la escuela, o puedo abrir mi mente enérgicamente y llenarla con nuevos y ricos conocimientos.Hoy puedo murmurar amargamente porque tengo que hacer las labores del hogar, o puedo sentirme honrado porque tengo un techo para mi mente, cuerpo y alma.Hoy el día se presenta ante mí, esperando a que yo le dé forma y aquí estoy, el escultor que tiene que darle forma. Lo que suceda hoy depende de mí, yo debo escoger qué tipo de día voy a tener.Ten un gran día... A menos que tengas otros planes...

sábado, 1 de octubre de 2011

EL VUELO DEL HALCON




Un rey recibió 2 pequeños halcones y los entregó al maestro de cerrería como obsequio para que los entrenara. Pasado unos meses, el maestro le informó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente, pero que al otro no sabía lo que le sucedía, no había movido de la rama donde lo dejó desde el día que llegó.
El rey mandó a llamar curanderos y sanadores para que vieran al halcón, pero nadie pudo hacerlo volar.
Al día siguiente el monarca decidió comunicar a su pueblo que ofrecería una recompensa a la persona que hiciera volar al halcón.
A la mañana siguiente, vió al halcón volando ágilmente por los jardines.
El rey le dijo a su corte: “Traedme al autor de este milagro”.
Su corte le llevó a un humilde campesino.
El rey le preguntó: ¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste?
¿Eres acaso un mago?...Intimidado el campesino le dijo al rey:
“Fue fácil mi Señor, sólo corté la rama y el halcón voló, se dió cuenta de que tenía alas y se largó a volar.”