En cierta ocasión le preguntaron a un gran erudito, lo siguiente:
¿Por qué existen personas que salen fácilmente de los problemas mas complicados, mientras que otros sufren por problemas muy pequeños y se ahogan en un vaso de agua?
El simplemente sonrió y contó una historia:
Se trataba de un sujeto que vivió amorosamente toda su vida. Cuando murió, todo el mundo decía que el iría al cielo, pues un hombre tan bondadoso solamente podría ir al Paraíso.
En aquella época la recepción en el cielo no funcionaba muy bien, y quien lo atendió, dio una ojeada rápida a las fichas de entrada, pero como no vio su nombre en la lista, le oriento para que pudiera llegar al infierno. Y como en el infierno nadie pedía identificación, ni invitación,(cualquiera que llegara era invitado a entrar), el sujeto entro y se quedo.
Algunos días después, Lucifer llego furioso a las puertas del Paraíso
y le dijo a San Pedro:
Eso que me estas haciendo es puro terrorismo!!! Mandaste aquel sujeto al infierno y el me esta desmoralizando. Llego escuchando a las personas, mirándolas a los ojos, conversando con ellas, abrazándolas y besándolas. El infierno no es lugar para eso, por favor trae a ese sujeto para acá.
Cuando el erudito termino de contar esta historia dijo:
“Vive con tanto amor en el corazón, que si por error vas a parar al infierno, el propio demonio te traerá de vuelta al Pararaiso
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