Relax

Relax

martes, 26 de julio de 2011

CONTRADICCION




En ocasiones a la hora de defender nuestras ideas fluctuamos de forma inconsciente. Por momentos defendemos un argumento y al cabo de un rato estamos batiéndonos por una idea totalmente incompatible con la primera. En definitiva entramos en contradicción.

La contradicción suele ser síntoma de un posicionamiento poco elaborado y tomado según el interés del momento.

En China el término «contradicción» se traduce literalmente como «La lanza y el escudo», porque hay una graciosa historia sobre esta paradoja.

Un vendedor de lanzas y escudos vociferaba en el mercado pregonando sus mercancías:

—¡Miren qué lanzas traigo! Resistentes y afiladas como ninguna arma. No hay nada que aguante su inigualable filo. ¡Menudas lanzas son éstas!

Algunos curiosos se detenían frente a su puesto para observar las lanzas. Al cabo de un rato, el vendedor volvía a pregonar, y ahora el género que alababa era el escudo.

¡Vamos a ver! ¡Qué resistentes son mis escudos! Tan fuertes como una fortaleza. ¡Defensa segura, infalible! ¡No hay nada que los pueda perforar!

Uno de los curiosos se puso a reír y propuso al vendedor:

Entonces, ¿qué sucedería si cogiera usted sus lanzas para atacar a su escudo?

El vendedor se quedó con la palabra en la boca sin saber qué contestar.

Como dicen los grandes maestros, es difícil servir a dos amos a la vez.

Con todo ello no quiero decir ni mucho menos que una vez que se toma una posición, que se adopta una idea, esta sea inmutable para siempre... todo lo contrario... en determinado momentos de la vida hay que decantarse por los escudos y después que lleguemos a la conclusión de que las lanzas son lo mejor. Se debe evolucionar y triste seria que tuviéramos las mismas opiniones con 20 y con 50 años... habríamos desperdiciado 30 años de aprendizaje... Lo que si debemos evitar es el caos de mantener posiciones contradictorias entre ellas y encima quererlas justificar tanto hacia el interior como al exterior... esto solo conduce a la confusión y al caos mental.

2 comentarios:

  1. La contradicción entre ideas incompatibles es un caos; pero sin duda los humanos somos permeables, flexibles y espontáneos y en todas esas cualidades cabe el CAMBIO de ideas. Asustan un poco las personas demasiado inflexibles o dogmáticas ¿a que sí?...Un cordial saludo

    ResponderEliminar
  2. Una persona inflexible, dogmática, lejos de deber sentirse orgullosa de esta cualidad, debe preguntarse que es lo que la esta llevando a no evolucionar ni crecer a lo largo de su vida... Un saludo Beatriz.

    ResponderEliminar