Relax

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domingo, 25 de septiembre de 2011

CRITICAR




En cierta ocasión, un brahman celoso fue a ver a un sabio y, lleno de ira y resentimiento, comenzó a llenarle de improperios y a insultarle duramente.

El sabio lo escuchaba pacientemente, sin alterarse ni responder a los reiterados insultos que el brahman le dirigía.

Después de un buen rato el hombre se cansó de sus ataques verbales y se calló.

Entonces el sabio le preguntó:

— ¿Has terminado ya?

— ¡Sí! –respondió el hombre.

— ¿Recibes visitas en tu casa? –le preguntó el sabio.

— Sí, a menudo –contestó el hombre intrigado.

— Y, ¿le ofreces a tus visitantes comida y bebida? –indagó el sabio.

— ¡Desde luego! Esa es la costumbre –contestó el brahman.

— Y si la visita no las quiere, ¿qué haces?

— No me importa. La como y la bebo yo mismo –dijo el brahman.

Entonces el sabio le dijo al brahman:

— Eso mismo puedes hacer con tus críticas. Has sido muy amable al invitarme a tus críticas, pero yo no las quiero. No quiero compartirlas contigo, así que cógelas y cómetelas tú solo.

El brahman, avergonzado, no supo qué decir.

sábado, 24 de septiembre de 2011

EL CORAZÓN MAS HERMOSO




Un día, un hombre joven se situó en el centro de su poblado y proclamó, que él poseía el corazón más hermoso de toda la comarca.

Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaban en él ni magulladuras ni rasguños. Sí, coincidieron todos, sin duda era el corazón más hermoso que jamás habían visto.

Al verse admirado, el joven se sintió más orgulloso aun y con mayor fervor aseguró poseer el corazón más hermoso de todo el vasto lugar. De pronto un anciano se acercó y dijo:

"¿Por qué dices eso, si tu corazón no es ni aproximadamente tan hermoso como el mío?"

Sorprendidos la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente, éste estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos y éstos habían sido reemplazados por otros que no encastraban perfectamente en el lugar, pues se veían bordes y aristas irregulares en su derredor.

Es más, había lugares con huecos, donde faltaban trozos profundos. La mirada de la gente se sobrecogió...¿como puede él decir que su corazón es más hermoso?, pensaron.

El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado desgarbado, se echó a reír.

"Debes estar bromeando," dijo. "Compara tu corazón con el mío... El mío es perfecto. En cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor."

"Es cierto," dijo el anciano, "tu corazón luce perfecto, pero yo jamás me involucraría contigo... Mira, cada cicatriz representa una persona a la cual entregué todo mi amor.

Arranqué trozos de mi corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que he amado. Muchos a su vez, me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que quedó abierto.
Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro, porque al poseerlos me recuerdan el amor que hemos compartido."

"Hubo oportunidades, en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a cambio. De ahí quedaron los huecos. Dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando y alimentan la esperanza, que algún día tal vez regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón."


"Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?"

El joven permaneció en silencio, lágrimas corrían por sus mejillas. Se acercó al anciano, arrancó un trozo de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció.

El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón, luego a su vez arrancó un trozo del suyo ya viejo y maltrecho y con él tapó la herida abierta del joven.

La pieza se amoldó, pero no a la perfección. Al no haber sido idénticos los trozos, se notaban los bordes.

El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho más hermoso que antes, porque el amor del anciano fluía en su interior.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

EL CAMINO DE LA FELICIDAD




Es la historia de un hombre que estaba harto de llorar. Miro a su alrededor y vio que tenía delante de sus ojos la felicidad. Estiró la mano y quería cogerla.

La felicidad era una flor. La cogió. Y nada más tenerla en su mano, la flor ya se había deshojado.

La felicidad era un rayo de sol. Levantó sus ojos para calentar su cara y enseguida una nube lo apagó.

La felicidad era una guitarra. La acarició con sus dedos, las cuerdas desafinaron.

Cuando al atardecer volvía a casa, el hombre seguía llorando.

A la mañana siguiente siguió buscando la felicidad. A la vera del camino había un niño que lloriqueaba. Para tranquilizarlo cogió una flor y se la dio. La fragancia de la flor perfumó a los dos.

Una pobre mujer temblaba de frío, cubierta con sus harapos. La llevó hasta el sol y también él se calentó.

Un grupo de niños cantaba. Él les acompañó con su guitarra. También él se deleitó con aquella melodía.

Al volver a casa de noche, el buen hombre sonreía de verdad. Había encontrado la felicidad.

sábado, 17 de septiembre de 2011

EL RUISEÑOR Y LA ROSA






"EL RUISEÑOR Y LA ROSA"

Un ruiseñor vivia en el jardin de una casa.

Todas las mañanas una ventana se abria y un joven comia
su pan… mientras miraba la belleza del jardin.

Siempre caian migajas de pan en el antepecho de la ventana.

El ruiseñor comia las migajas creyendo que el joven
las dejaba a proposito para el.

Asi, crecio un gran afecto por aquel que se preocupaba
en alimentarlo… aunque sea con migajas.

Un dia el joven se enamoro.

Pero al declararse, su amada impuso una condicion
para retribuir su amor:
Que a la mañana siguiente el le trajese
la mas linda rosa roja.

El joven recorrio todas las florerias de la ciudad,
pero su busqueda fue en vano.

Ninguna rosa… mucho menos roja.

Triste, desolado, fue a pedir ayuda
al jardinero de su casa.

El jardinero declaro que el podria obsequiarla con petunias,
violetas, claveles.

Cualquier flor menos rosas.

Ellas estaban fuera de temporada; era imposible conseguirlas
en aquella estacion.

El ruiseñor habiendo escuchado la conversacion quedo
con pena por la desolacion del joven.

Tenia que hacer algo para ayudar a su amigo
a conseguir la flor.

Entonces el ave busco al Dios de los pájaros, quien le dijo:
- Tu puedes conseguir una rosa roja para tu amigo…
pero el sacrificio es grande y podria costarte la vida!
- No importa, respondio el ave. Que debo hacer?

- Bien, tendras que encaramarte en un rosal y alli cantar
la noche entera, sin parar. El esfuerzo es muy grande; tu pecho
puede no aguantar…
- Asi lo hare, respondio el ave.
Es para la felicidad de un amigo!

Cuando oscurecio, el ruiseñor se encaramo en medio de un
rosal que quedaba enfrente de la ventana del joven.

Alli se puso a cantar su canto mas alegre, pues precisaba
esmerarse en la formacion de la flor.

Una gran espina comenzo a entrar en el pecho del ruiseñor
y cuanto mas cantaba, mas entraba la espina en su pecho.

Pero el ruiseñor no paro.

Continuo su canto, por la felicidad de un amigo.

Un canto que simbolizaba gratitud, amistad.

Un canto de donación hasta de su propia vida!

Por la mañana, al abrir su ventana, el joven se detuvo delante
de la mas linda rosa roja, formada por la sangre del ruiseñor.

Ni cuestiono el milagro, enseguida
recogio la rosa.

Al ver el cuerpo inerte de la pobre ave, el joven dijo:
- Que estupida ave! Teniendo tantos árboles para cantar,
vino a posarse justamente en medio del rosal que tiene espinas.

Por lo menos ahora dormire mejor, sin tener que escuchar su tonto canto.

“Es muy triste, pero desgraciadamente...
cada uno da lo que tiene en el corazon.
Y cada uno recibe con el corazón que tiene...”

domingo, 4 de septiembre de 2011

TRIBULACION






- "Las calamidades pueden ser causa de crecimiento y de iluminación", dijo el maestro.

Y lo explicó del siguiente modo:

- "Había un pájaro que se refugiaba a diario en las ramas secas de un árbol que se alzaba en medio de una inmensa llanura desértica. Un día, una ráfaga de viento arrancó la raíz del árbol, obligando al pobre pájaro a volar cien millas en busca de un nuevo refugio... hasta que, llegó a un bosque lleno de árboles cargados de ricas frutas".

Y concluyó el Maestro:

- "Si el árbol seco se hubiera mantenido en pie, nada hubiera inducido al pájaro a renunciar a su seguridad y echarse a volar".