Relax

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viernes, 30 de marzo de 2012

EL PROBLEMA



Cierto día en un monasterio Budista, se encontraron con la muerte de uno de sus guardianes y fue preciso encontrar un substituto. El Gran Maestro convoco a todos los discípulos para determinar quien seria el nuevo centinela. El Maestro, con mucha tranquilidad y calma, dijo: "Asumirá el puesto el primer monje que resuelva el problema que voy a presentar." Entonces coloco una magnifica mesita en el centro de la enorme sala en que estaban reunidos y encima de esta, coloco un jarrón de porcelana muy raro con una rosa amarilla de extraordinaria belleza en el y dijo así: "!Aquí esta el problema! " Todos quedaron asombrados mirando aquella escena; un jarrón de extremo valor y belleza, con una maravillosa flor en el centro. ¿Que representaría?, ¿Que hacer?, ¿Cual es el enigma? En ese instante, uno de los discípulos saco una espada, miro al Gran Maestro, y a todos sus compañeros, se dirigió al centro de la sala y ... ZAZ ... destruyo todo de un solo golpe. Tan pronto el discípulo retorno a su lugar, el Gran Maestro dijo: "Usted será el nuevo guardián del Castillo".

Moraleja de la Historia: No importa cual sea el problema, ni que sea algo lindísimo, si ves un problema, precisa ser eliminado, terminado, concluido. Un problema es un problema, no importa que se trate de una mujer sensacional, o de un hombre maravilloso o de un gran amor que se acabo, por más lindo que sea o haya sido, si no existiera mas sentido para el en tu vida, tiene que ser suprimido porque corres el riesgo de permanecer con el, el resto de tu vida. Muchas personas cargan la vida entera el peso de cosas que fueron importantes en el pasado, y que hoy solamente ocupan un espacio inútil en sus corazones y mentes, espacio que es indispensable para recrear la vida, sobre todo si el problema es algún sentimiento de rencor o reproche, que aunque en algún momento de tu vida te haya hecho mucho daño, eso solo forma parte de un pasado.

Existe un proverbio Chino que dice: "Para poder beber vino es necesario primero tirar el te". Limpia tu vida, comienza por las gavetas, armarios, hasta llegar a eso que ya no hacen mas sentido y que están ocupando espacio y que muchas veces lejos de ayudarte te hiere y te impide tomar un curso diferente en tu vida. El pasado sirve como lección, como experiencia, como referencia. El pasado sirve para ser recordado y no para ser revivido. Usa las experiencias del pasado en el presente, para construir tu futuro. Necesariamente en ese orden

miércoles, 28 de marzo de 2012

LA BAILARINA


Una joven había tomado clases de ballet durante toda su infancia, y había llegado el momento en que se sentía lista para entregarse a la disciplina que la ayudaría a convertir su afición en profesión. Deseaba llegar a ser la primera bailarina y quería comprobar si poseía las dotes necesarias, de manera que cuando llegó a su ciudad una gran compañía de ballet, fue a los camerinos luego de una función, y habló con el director. Quisiera llegar a ser una gran bailarina, le dijo, pero no se si tengo el talento necesario o que me hace falta.Dame una demostración, le dijo el maestro.Transcurrido apenas 5 minutos, la interrumpió, moviendo la cabeza en señal de desaprobación. No, no tiene usted condiciones.La joven llegó a su casa con el corazón desgarrado, arrojó las zapatillas de baile en un armario y no volvió a calzarlas nunca más, se casó, tuvo hijos y cuando se hicieron un poco mayores, tomó un empleo de cajera en un supermercado. Años después asistió a una función de ballet, y a la salida se topó con el viejo director que ya era octogenario, ella le recordó la charla que habían tenido años antes, le mostró fotografías de sus hijos y le comentó de su trabajo en el supermercado, luego agregó: Hay algo que nunca he terminado de entender. Cómo pudo usted saber tan rápido que yo no tenía condiciones de bailarina?Ahhh, apenas la miré cuando Ud. bailó delante de mi, le dije lo que siempre le digo a todas, le contestó.Pero eso es imperdonable! Exclamó ella, arruinó mi vida, pude haber llegado a ser primera bailarina! - No lo creo, repuso el viejo maestro. Si hubieras tenido las dotes necesarias, y una verdadera vocación para bailar, no habrías prestado ninguna atención a lo que yo dije.Sin duda, si te crees perdido, estás perdido y si crees que no puedes, pues no podrás. Si quieres hacer algo pero lo crees imposible, no creo que triunfes jamás.En la vida no solo el valiente o el veloz triunfa, tarde o temprano el que siempre vence es el que cree que es posible

lunes, 26 de marzo de 2012

LA RUEDA



Se cuenta la historia de una rueda a la que le faltaba un pedazo, pues habían cortado de ella, un trozo triangular.

La rueda quería estar completa, sin que le faltara nada y se fue a buscar la pieza que había perdido.

Pero como estaba incompleta y sólo podía rodar muy despacio, reparó en las bellas flores que había en el camino; charló con los gusanos y disfrutó de los rayos del sol.

Encontró montones de piezas, pero ninguna era la que le faltaba, las hizo a un lado y prosiguió su búsqueda.

Un día halló una pieza que le venía perfectamente.

Entonces se puso muy contenta, pues ya estaba completa, sin que nada le faltara.

Se colocó el fragmento en el cuerpo y empezó a rodar.

Volvió a ser una rueda perfecta que podía rodar con mucha rapidez…

Tan rápidamente, que no veía las flores ni charlaba con los gusanos.

Cuando se dio cuenta de lo diferente que parecía el mundo cuando rodaba tan a prisa se detuvo y dejó en la orilla del camino el pedazo que había encontrado y se alejó rodando lentamente....


En ocasiones, sentirnos incompletos, saber que tenemos que buscar, es algo fundamental para apreciar nuestras vidas y todo lo bello que nos rodea....

domingo, 25 de marzo de 2012

LA PAREJA PERFECTA




Érase una vez, una muchacha de nombre Nadia cuya belleza atraía a todos los hombres que la conocían, sin embargo y aún a pesar de ello, se encontraba turbada y sola. Sucedía que Nadia tras los primeras alegrías del encuentro con sus encantadoras parejas, no tardaba en encontrarles defectos tan evidentes que decidía postergar la propia entrega definitiva que ella ansiaba. Y así pasaba el tiempo en el que Nadia, por una u otra razón, no lograba satisfacer su deseo más ferviente: crear una familia feliz y disfrutar de ella.

Tanto sus padres como sus propias amistades, habían celebrado grandes festejos para apoyar su amor con algunos pretendientes, pero ella, al poco tiempo de tratarlos, sentía como su amor se marchitaba para seguir anhelando su ideal de pareja perfecta.

Algunas personas le decían que ello no dependía tanto de las cualidades de sus parejas, sino que el problema estaba en ella. Sin embargo, Nadia no podía creerlo, ya que los defectos que acababa viendo en sus consecutivos compañeros eran tan evidentes que cualquier paso adelante significaría forzar demasiado las cosas.

Un día, oyó hablar de un sabio que, según se decía, a todos conmovía por el consejo y lucidez que encerraban sus palabras. Aquella noche, Nadia, sin poder dormir, decidió acudir a su presencia e interpelar acerca de su propio problema. "Tal vez", -se decía-, "me pondrá en el camino de ese hombre ideal con el que sueño".

A la mañana siguiente, llegó hasta él y tras exponerle su mala suerte, le dijo: "Necesito encontrar la pareja perfecta, se dice que vuestras palabras son sabias, y yo tras muchos  intentos frustrados, anhelo una solución ¿qué podéis decirme? Supongo que una persona de vuestra fama y cultura, sin duda habrá encontrado la pareja perfecta".

Aquel anciano, mirando con un brillo intenso en sus ojos, le dijo.

"Bueno, te contaré mi historia: A decir verdad, pasé también mi juventud buscando a la mujer perfecta. En Egipto, a orillas del Nilo, encontré a una mujer bella e inteligente, con ojos verde jade, pero desgraciadamente pronto me di cuenta de que era muy inconstante y egoísta. A continuación, viví en Persia y allí conocí una mujer que tenía un alma buena y generosa, pero no teníamos aficiones en común. Y así, una mujer tras otra. Al principio de conocerlas me parecía haber logrado el "gran encuentro", pero pasado un tiempo, descubría que faltaba algo que mi alma anhelaba".

"Entre una y otra, fueron transcurriendo los años, hasta que, de pronto, un día..." dijo el anciano haciendo una emocionada pausa, "La vi resplandeciente y bella. Allí estaba la mujer que yo había buscado durante toda mi vida... Era inteligente, atractiva, generosa y amable.Lo teníamos todo en común".

-"Y ¿Qué pasó?, ¿te casaste con ella?" replicó entusiasmada la joven.

-"Bueno..." contestó el anciano, "es algo muy paradójico... La unión no pudo llevarse a cabo."

-"¿Por qué? ¿Por qué?", dijo incrédula .la muchacha.

-"Porque al parecer", dijo el anciano con un gran brillo en sus ojos: "Ella buscaba la pareja perfecta"

sábado, 24 de marzo de 2012

AMOR VS DEPENDER




Cuentan que a un joven adolescente, su novia, le devolvió en una bolsa de basura, hecha añicos, la siguiente de carta amor:

“Si estas a mi lado, me encanta, lo disfruto, me alegra, me exalta el espíritu; pero ni no estás, aunque lo resienta y me hagas falta, puedo seguir adelante. Igual puedo disfrutar de una mañana de sol, mi plato preferido sigue siendo apetecible (aunque como menos), no dejo de estudiar, mi vocación sigue en pie, y mis amigos me siguen atrayendo. Es verdad que algo me falta, que hay algo de intranquilidad en mí, que te extraño, pero sigo, sigo y sigo. Me entristece, pero no me deprimo. Puedo continuar haciéndome cargo de mi mismo, pese a tu ausencia. Te amo, sabes que no te miento, pero esto no implica que no sea capaz de sobrevivir sin ti. He aprendido que el desapego es independencia y esa es mi propuesta… No más actitudes posesivas y dominantes… Sin faltar a nuestros principios, amémonos en libertad y sin miedo a ser lo que somos” (amar o depender – Walter Riso)


¿Que pasa si el otro no se angustia con nuestra ausencia?, ¿que pasa si nuestra pareja no siente celos?. La chica piensa que su novio debe vivir para y por ella, “no puede vivir sin mi” ser todo, el amor infinito que todo lo abarca, la persona deja de ser persona y se convierte en “su novio”, una cosa es amar sinceramente y otra amar esclavizándose, una cosa es defender el lazo afectivo y otra ahorcarse con el. El equilibrio adecuado en el amor, es cuando las demandas de la pareja y las necesidades propias se acoplan respetuosamente por ambas partes.

martes, 20 de marzo de 2012

EL CORAJE DE VIVIR




Había dos templos rivales. Los dos maestros —probablemente sólo se trataba de supuestos maestros; en realidad, debían ser sacerdotes estaban tan en contra el uno del otro que le dijeron a sus seguidores que no debían mirar nunca hacia el otro templo.  Cada sacerdote tenía un niño a su servicio para traerle cosas o hacer los recados. El sacerdote del primer templo le dijo a su niño sirviente: —No hables nunca con el otro chico. Esa gente es peligrosa. Pero los niños son niños. Un día se encontraron en la carretera, y el niño del primer templo le preguntó al otro:
-¿Adónde vas? El otro le dijo:
—A donde me lleve el viento. —Una gran declaración. Pero el primer niño estaba muy avergonzado y ofendido porque no había encontrado ninguna respuesta a esto. Estaba triste y enfadado, y también le remordía la conciencia. Mi maestro me ha dicho que no debía hablar con esa gente. Esa gente es realmente peligrosa. Pero ¿qué clase de respuesta es ésa? Me ha humillado. Fue a su maestro y le dijo lo que había ocurrido:
—Siento haber hablado con él. Tenías razón, son raros. ¿Qué clase de respuesta es ésa? Yo le pregunté: «¿Adónde vas?» una pregunta sencilla, normal y sabía que estaba yendo al mercado igual que yo. Pero me contestó: «A donde me lleve el viento.» El maestro le dijo:
—Te había advertido, pero no me has hecho caso. Mira, mañana te vuelves a colocar en el mismo sitio. Cuando llegue él, le preguntas: -«¿Adónde vas?», y él dirá: «A donde me lleve el viento.>~ Entonces, tú también tienes que ser un poco más filosófico y decirle: «¿Y si no tienes piernas?» —porque el alma es incorpórea y el viento no se puede llevar al alma a ningún sitio, entonces, ¿qué harás?»  El niño quería estar absolutamente preparado; se pasó toda la noche repitiéndolo. A la mañana siguiente se marchó muy pronto hacia el lugar, se colocó en el mismo sitio, y a la misma hora volvió a aparecer el otro niño. Estaba muy contento, ahora le iba a enseñar qué es la verdadera filosofía. Así que le preguntó:
—¿Adónde vas? —Y se quedó esperando. El niño dijo:
—Voy al mercado a comprar verduras. Y ahora, ¿de qué le servía la filosofía que había aprendido?
La vida es así. No puedes prepararte, no puedes estar listo. Ésa es su belleza, ése es el misterio, que siempre te coge de sorpresa, siempre llega de sorpresa.Cada momento es una sorpresa y no se puede aplicar una respuesta premeditada.
Osho

miércoles, 14 de marzo de 2012

EL VERDADERO VALOR...


MENTE - MONO



La mente es activa, inquisitiva, voluntariosa, e impaciente al igual que un mono. Salta de pensamiento a pensamiento, examinando esta o aquella curiosidad, siempre perdiendo interés y lanzándose otra vez en alguna búsqueda nueva y sin propósito.

Natural, característica, incluso atractiva, tal como lo es el comportamiento símico, no muchos de nosotros elegirían actuar de semejante manera. Sí, todos tenemos mentes-mono, porque es sólo una moda que la mente desatendida se ocupa de sí misma. Pocos de nosotros elegirían un mono como compañero para toda una vida, sin embargo todos elegimos vivir con nuestras mentes-mono. Por eso, somos como dueños renuentes de gibones, por siempre tirando de la correa (o de gorilas, que simplemente arrastrarían a una persona).

Pero, aunque todos tenemos mentes-mono, pocos de nosotros advierten esta situación. Quizás sea solamente en la noche, cuando estamos tratando de dormir, que nos enteramos de lo muy indulgente que es la mente con su desorden. Todo estaría bien, ciertamente, si fuéramos monos, pero, aunque parientes muy cercanos, no lo somos. Sin embargo debemos, pareciera, compartir nuestras vidas con ellos. No importa adonde vayamos ni quién lleguemos a ser, fielmente la mente nos acompaña.

¿Si alguien viviera con un mono de verdad, qué haría? Después de haberlo admirado, de haber jugado con él, después haber intentado comunicarse con él, tendría que disciplinarse. Lo enjaularíamos, o lo entrenaríamos. No importa cuanto lo aprobemos en su estado natural, o cuanto nos arrepintamos de intentar engrillar a la naturaleza, a la larga, forzados a vivir con él cada segundo de nuestras vidas, emplearíamos algo de disciplina. De lo contrario nuestras propias vidas llegarían a ser intolerables.

Siendo esto así, es extraño que tan pocas personas hayan tratado disciplinar sus mentes-mono. Esta mente no es menos maleable que el propio animal. Ambos pueden ser educados. Quizás la razón sea que nos incomodamos cuando somos concientes de nuestras mentes. Preferimos ser inconscientes de ellas.

No obstante, poco a poco, la conciencia aumenta. Nosotros, imperfectos, no somos uno con nuestras mentes. Por eso somos diferentes de nuestros primos monos, todo inconsciencia, felices ellos, completos; infelices nosotros, divididos. No llegaríamos a ser concientes de nuestras mentes si pudiéramos evitarlo. A la larga, de cualquier modo, no podemos evitarlo.

Llegamos a ser concientes y saber que nuestras mentes no están completas, sólo son; que no somos completamente, meramente, nuestras mentes. El mono aparece, chillando e inquieto. Estamos forzados a entrenarlo.

El entrenamiento es simple. No la deje agitarse, prohíba sus búsquedas infructuosas, hágala concentrarse. Es más fácil decirlo que hacerlo, usted dirá, pero decirlo es hacerlo. Dígale simplemente que pare. Escuchará (por un momento o dos). Pero en el minuto que usted se relaja, ahí va otra vez. Arrástrela de regreso. De nuevo pídale que se detenga. No le permita que vague sin parar. Péguela a algo.

Imagine una jaula y no le permita salir. Cuando se salga, tire de ella. Tan a menudo como salga y vague, hágale regresar. Esto sucederá muchas veces, y usted mismo llegará a estar muy cansado. Hacer volver la mente-mono es, de hecho, una buena receta para ponerse a dormir. Pero si no deseamos pasar nuestras vidas durmiendo, debemos encontrar una manera de controlar la mente sin dormirnos.

Por lo tanto, entrénela de día así como de noche. No la deje dispararse, brincar, atractiva como ella (y usted) puede encontrar búsquedas inútiles. Llévela firmemente a la rastra, póngala a trabajar, hágala pensar verdaderamente. Dele un problema (un acertijo, un enigma) o simplemente hágala contar.

Crecerá más tranquila, también crecerá más astuta. Mientras usted se concentra en ella, tomará el mismo tema de su concentración y construirá una historia o una probabilidad en él. Antes de que usted sea conciente, con la mente-mono firmemente en mente, se encontrará otra vez compitiendo a través de las copas de los árboles.

Tráigala de vuelta de nuevo. Resista sus esfuerzos de hacerlo pensar en ella. Ignórela y concéntrese en la jaula. Así, no puede escaparse hasta que usted abra la puerta al relajarse. Lo cuál, por supuesto, usted querrá hacer. No solamente por la mente-mono, a la cual, después de todo, por su propia naturaleza le gusta revolotear, sino también por usted, puesto que una vida de intensa concentración es apenas más digna de vivir que una vida de interés a la deriva y transitorio.

Si usted persiste, no obstante, descubrirá que la mente llega a ser dócil. Finalmente, vendrá cuando la llame y se sentará con usted. Quizás no por mucho tiempo, sino por un momento. Cuando esto ocurra la mente-mono finalmente llegará a ser conciente de sí misma, habrá despertado. Y despertar su mente es el primer paso hacia despertarse a si mismo.

El camino a una mente se extiende adelante.


Del libro Zen Inklings, de Donald Richie.

lunes, 12 de marzo de 2012

PENSAMIENTOS




En ocasiones nuestros pensamientos nos traicionan, nos diluyen de nuestro objetivo, hacen que nos distraigamos y no podamos concentrar nuestras energías en aquello que queremos realmente...
Me viene a la mente un cuento que dice así, más o menos....

"Un estudiante de zen se quejaba de que no podía meditar: sus pensamientos no se lo permitían. Habló de esto con su maestro diciéndole: "Maestro, los pensamientos y las imágenes mentales no me dejan meditar; cuando se van unos segundos, luego vuelven con más fuerza. No puedo meditar. No me dejan en paz". El maestro le dijo que esto dependía de él mismo y que dejara de cavilar. No obstante, el estudiante seguía lamentándose de que los pensamientos no le dejaban en paz y que su mente estaba confusa. Cada vez que intentaba concentrarse, todo un tren de pensamientos y reflexiones, a menudo inútiles y triviales, irrumpían en su cabeza.

El maestro entonces le dijo: "Bien. Aferra esa cuchara y tenla en tu mano. Ahora siéntate y medita". El discípulo obedeció. Al cabo de un rato el maestro le ordenó:"¡Deja la cuchara!". El alumno así hizo y la cuchara cayó obviamente al suelo. Miró a su maestro con estupor y éste le preguntó: "Entonces, ahora dime quién agarraba a quién, ¿tú a la cuchara, o la cuchara a ti?."


Igual deberíamos dejar caer por su propio peso a esos pensamientos que tanto nos angustian y agotan nuestras fuerzas.... Dejarlos marchar como marchan las nubes arrastradas por el viento... sin esfuerzo, suavemente...

domingo, 11 de marzo de 2012

EL ORDEN




Trabajaba un padre en su despacho cuando entró su hija pequeña al borde de un ataque de nervios, medio llorosa y compungida.
- ¿Qué pasa hija? ¿Por qué estás tan deprimida?
- ¡Es que mi mesa se desordena demasiado fácilmente! - Dijo la niña.
- Enséñamelo.
 
Fueron a la habitación de la niña, y esta enseñándole la mesa le dijo:
- ¿Ves? Yo la ordeno, pero se desordena demasiado fácilmente.
El padre extrañado le dice:
- Enséñame como la mesa está ordenada.
 
La niña recoge todo, pone la taza con los lápices arriba a la derecha, una libreta arriba a la izquierda, una regla a la derecha, una goma de borrar abajo a la izquierda y así sucesivamente hasta que al fin, contenta, dice sonriendo:
 
- ¡Ya está!
El padre, extrañado pregunta:
- ¿Y si cambio esto de aquí, un poco a la izquierda?
- ¡Ah no Papi! Así ya no está ordenada.
- Ah ¿Y si tomo esto otro y lo cambio por esto?
- ¡Aun me la desordenas más!
- ¿Y si cambio de sitio la taza de los lápices por la libreta?
 
La niña, al borde de las lágrimas dice:
- ¡Papa! ¡Me estás desordenando toda la mesa!
- No, hija no, la mesa no está desordenada. Lo que pasa es que tú tienes muchas imágenes para que la mesa esté mal, y sólo una para que esté bien.

ASI ES LA VIDA



 
- ¿Que tal viene el algodón?
- “Aquí no se da”. Respondió quejoso.
- ¿Y que tal las frutillas?
- “Aquí no se dan”. ¡Es una lastima! – Agrego.
- ¿Y los tomates?
- “No, aquí no se dan”. Contesto en el mismo tono.
- ¿Qué extraño! Respondio sorprendido el interlocutor, porque del otro lado de la costa,  enfrente mismo de sus tierras, he visto abundantes plantaciones de algodón, frutillas y tomates.
- Ah, si… conozco el hecho. Explicó el hombre del campo, pero allá, es que los cultivan.

martes, 6 de marzo de 2012

LA CAMISA



Había una vez un rey cuya riqueza y poder eran tan inmensos, como eran de inmensas su tristeza y desazón.
-Daré la mitad de mi reino a quien consiga ayudarme a sanar las angustias de mis tristes noches- dijo un día.
Quizás más interesados en el dinero que podían conseguir que en la salud del Rey, los consejeros de la corte decidieron ponerse en campaña y no detenerse hasta encontrar la cura para el sufrimiento real. Desde los confines de la tierra mandaron traer a los sabios más prestigiosos y a los magos más poderosos de entonces, para ayudarles a encontrar el remedio buscado.
Pero todo fue en vano, nadie sabía cómo curar al monarca.
Una tarde, finalmente, apareció un viejo sabio que les dijo: -si encontráis en el reino un hombre completamente feliz, podréis curar al rey. Tiene que ser alguien que se sienta completamente satisfecho, que nada le falte y que tenga acceso a todo lo que necesita.
-Cuando lo halléis- siguió el anciano- pedidle su camisa y traedla a palacio. Decidle al rey que duerma una noche entera vestido solo con esa prenda. Os aseguro que mañana despertará curado.
Los consejeros se abocaron de lleno y con completa dedicación a la búsqueda de un hombre feliz, aunque ya sabían que la tarea no resultaría fácil.
En efecto, el hombre que era rico, estaba enfermo; el que gozaba de buena salud, era pobre. Aquel, rico y sano, se quejaba de su mujer y ésta, de sus hijos.
Todos los entrevistados coincidían en que algo les faltaba para ser totalmente felices aunque nunca se ponían de acuerdo en aquello que les faltaba.
Finalmente, una noche, muy tarde, un mensajero llegó al palacio. Habían encontrado al hombre tan interesantemente buscado. Se trataba de un humilde campesino que vivía al norte en la zona más árida del reino. Cuando el monarca fue informado del hallazgo. Éste se llenó de alegría e inmediatamente mandó que le trajeran la camisa de aquel hombre, a cambio de la cual deberían darle al campesino cualquier cosa que pidiera.
Los envidos se presentaron a toda prisa en la casa de aquel hombre para comprarle la camisa y, si era necesario –se decían- se la quitarían por la fuerza...
El rey tardó mucho en sanar en sanar de su tristeza. De hecho su mal se agravó bastante cuando de que el hombre más feliz de su reino, quizás el único totalmente feliz, era tan pobre, tan pobre... que no tenía ni siquiera una camisa.

domingo, 4 de marzo de 2012

BUSCAR LO QUE NUNCA SE PERDIO





Muchas veces el aspirante procede respecto a la verdad tan ignorantemente como el hombre de esta historia. No conocía la madera de sándalo, pero había escuchado mucho sobre sus excelencias. Nació así en él un fuerte deseo por conocer esa clase de madera tan ponderada y entonces decidió escribir a sus mejores amigos para pedirles un pedazo de esa clase de madera.

De este modo, escribió numerosas cartas a sus amigos y en todas ellas hacía la misma petición: «Por favor, enviadme madera de sándalo.»

Y un día, de repente, descubrió que el lápiz con el que llevaba meses escribiendo aquellas cartas era precisamente de olorosa madera de sándalo. El ser humano busca la felicidad fuera de él, cuando la verdadera y estable felicidad se halla en su interior.

Pide lo que ya tiene, busca lo que nunca ha perdido.