Relax

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lunes, 24 de diciembre de 2012

NAVIDAD





Navidad no es una fecha histórica a recordar, sino un presente que hay que vivir:

Cuando decides amar a los que te rodean. Ese día es Navidad.

Cuando decides dar un paso de reconciliación con el que te ha ofendido. Ese día es Navidad.

Cuando te encuentras con alguien que te pide ayuda y lo socorres. Ese día es Navidad.

Cuando te tomas el tiempo para charlar con los que están solos. Ese día es Navidad.

Cuando comprendes que los rencores pueden ser transformados a través del perdón. Ese día es Navidad.

Cuando te desprendes aún de lo que necesitas, para dar a los que tienen menos. Ese día es Navidad.

Cuando renuncias al materialismo y al consumismo. Ese día es Navidad.

Cuando eliges vivir en la alegría y la esperanza. Ese día es Navidad.

lunes, 10 de diciembre de 2012

17 PENSAMIENTOS


17 Pensamientos



I

A veces una sola palabra puede dar sentido a toda una vida...

II

Cada día es una página del libro de nuestras vidas... Podemos escribir bellas estrofas o reflejar algún borrón... Lo que nunca debemos es dejar una página en blanco...

III

Solo aquellos que tienen su ser fragmentado, ven fragmentos en su realidad....

IV

Solo hay un error más grave que el creerse el dueño del corazón ajeno, y es creerse que otro es el dueño de nuestro corazón... A veces olvidamos que el corazón es libre y a veces caprichoso...

V

Hay personas que te llegan tan profundo que incluso habiendo salido de nuestras vidas, su perfume queda en nuestra alma para siempre....

VI

La sabiduría de las personas viene dada, en su mayor parte, por la toma de consciencia de los propios errores y las ganas de aprender de ellos...

VII

No hay camino más directo a la derrota que vivir en la búsqueda permanente de la victoria... Vivir no es una competición

VIII

En la mayoría de las ocasiones confundimos "necesitar" con "preferir"... y esa confusión nos lleva irremediablemente al sufrimiento...

IX

La idea es que si tienes una meta a largo plazo, puedes dividirla en pequeñas metas y premiarte cada vez que logres alcanzar una de ellas...

X

La esperanza es una excelente compañera, pero no debemos olvidar que nunca garantiza nada...

XI

No hay palabra que sea dicha y que no contenga en su interior algo del que la dijo....

XII

El crecimiento personal debe partir del autoconocimiento y el deseo de mejora, nunca de la idealización... la idealización es fuente de sufrimiento seguro

XIII

No hemos de olvidar que las emociones que no resolvemos en nuestro interior, nos perseguirán hasta encontrar una salida al exterior....

XIV

En muchas ocasiones, los excesos no son sino la mascara de las carencias....

XV

No hay que desesperarse buscando... simplemente hay que relajarse y encontrar...

XVI

Las personas tenemos la capacidad de sobreponernos casi a todo, pero también la de hundirnos por casi nada...

XVII

Hay personas que llevan tanto tiempo intentando aparentar lo que no son, que han olvidado su verdadero ser...

miércoles, 5 de diciembre de 2012

FRUTOS









- Que tal viene el algodón?
- “Aquí no se da”. Respondió quejoso.
- ¿Y que tal las frutillas?
- “Aquí no se dan”. ¡Es una lastima! – Agrego.
- ¿Y los tomates?
- “No, aquí no se dan”. Contesto en el mismo tono.
- ¿Qué extraño! Respondio sorprendido el interlocutor, porque del otro lado de la costa,  enfrente mismo de sus tierras, he visto abundantes plantaciones de algodón, frutillas y tomates.
- Ah, si… conozco el hecho. Explicó el hombre del campo, pero allá, es que los cultivan.

sábado, 1 de diciembre de 2012

ALMOHADA



Hoy toca un cuento de niños, pero no solo para niños....



Hace mucho tiempo, miles de niños en el mundo no sabían distinguir qué estaba bien o mal. Eran capaces de pegar a su hermano pensando que aquello estaba bien hecho, o de estar arrepentidísimos por haber estado ayudando a mamá o haber recogido la habitación. Las hadas se pasaban todo el día explicando qué estaba bien o mal, y resultaba un trabajo tremendamente cansado y aburrido.

Chispa, una hadita divertida, pensó que alguna forma mejor tendría que haber de enseñar aquellas cosas, y se le ocurrió inventar una almohada parlanchina para Alicia, su niña favorita.
Al acostarse, la almohada preguntaba a la niña:
- Dime, niña ¿qué cosas has hecho hoy?
Y según Alicia le contaba cosas malas, comenzaba a hacer ruiditos molestos, y le salían bultos redondos e incómodos, de forma que la niña apenas podía dormir. Pero si contaba cosas buenas, la almohada parlanchina ronroneaba, le daba las buenas noches, y terminaba tocando una dulce y suave música hasta el día siguiente.
En muy poco tiempo, Alicia aprendió cómo hacer que su almohada tocara música todos los días, y la hadita Chispa decidió utilizar la almohada con otra niñita que le daba mucho trabajo. Al principio, Alicia tuvo miedo de olvidar qué estaba bien, pero recordó las palabras que oía cada noche, y se dijo a sí misma.
" A ver, Alicia ¿qué has hecho hoy?"
Entonces, descubrió con agrado que ella misma sabía qué cosas había hecho bien o mal, y se dormía estupendamente cuando habia sido buena. Y como con la almohada, le costaba dormir si había hecho algo mal, y sólo se quedaba tranquila cuando se prometía arreglar todas sus faltas al día siguiente.

Y tu almohada... ¿tiene bultitos por las noches?... :)

viernes, 30 de noviembre de 2012

OBJETIVOS



Un hombre decidió consultar a un sabio sobre sus problemas, tras un largo viaje hasta el paraje donde aquel maestro vivía, el hombre finalmente pudo dar con él:

- Maestro, vengo a usted porque estoy desesperado, todo me sale mal y no sé que hacer para salir adelante.

El sabio contestó: 

- Puedo ayudarte con esto, ¿sabes remar?

Un poco confundido el hombre contestó que si, entonces el maestro le acompañó hasta un lago, juntos subieron a un bote y el sabio le dijo al hombre que remase hasta el centro del lago,

- ¿Va a explicarme ahora cómo mejorar mi vida?  - dijo el hombre,

El sabio seguía disfrutando del viaje sin prestar atención, al llegar al centro del lago el maestro le dijo:

- Acerca tu cara al agua y dime qué ves

- El hombre se asomó por encima del pequeño bote y tratando de no perder el equilibrio acercó su rostro todo lo que pudo, de repente el anciano le empujó y le tiró al agua, al intentar salir, el anciano le sujetó impidiendo que subiera a la superficie, desesperado, el joven manoteó, pataleó, gritó inútilmente bajo el agua, cuando estaba casi ahogado, el sabio le soltó y le permitió subir.

Una vez en el bote, entre toses y ahogos el hombre gritó 

- ¿Esta usted loco? ¿no se da cuenta que casi me ahoga?,

Con el rostro tranquilo el maestro le preguntó:

- Cuando estabas bajo el agua ¿que era lo que más deseabas?

- Respirar por supuesto!!! 

- Bien, pues cuando luches para salir adelante con la misma fuerza con la que luchabas por respirar, entonces estarás preparado para triunfar.

domingo, 25 de noviembre de 2012

RECORDÁNDOSE A SI MISMO


Un día un caminante andaba perdido por el campo, estaba muy preocupado porque era muy tarde y no recordaba por donde era su casa, entonces escuchó que alguien sollozaba y sollozaba, – ¿de dónde vendrá aquel llanto? – se preguntaba y entonces, fijó su mirada hacia abajo.

Caminante: Ah, eras Tú piedrecilla, dime ¿Por qué lloras?

Piedrecilla: Porque nadie me quiere y todos me ignoran.

Caminante: Por qué dices esas cosas tan feas piedrecilla.

Piedrecilla: Porque dicen que soy muy duro y frio, amorfo o sin forma, que ando haciendo caer a las personas, y que además…y que además no tengo sentimientos y que soy indiferente con los demás.

Caminante: Pero piedrecilla no tienes por qué estar triste por eso que dicen los demás, ¿acaso no te quieres?

Piedrecilla: Si me quiero pero..pero ellos dicen eso y me duele mucho.

Caminante: Mira piedrecilla si dices que te duele es que si tienes sentimientos, es una gran virtud.

Piedrecilla: ¿Una virtud?

Caminante: Es cuando uno posee una gran cualidad y tú tienes muchas piedrecilla.

Piedrecilla: ¿Cómo cuales? Podrías decírmelo por favor.

Caminante: Si eres dura es porque eres muy fuerte y resistente.

Piedrecilla: Si verdad, no me había dado cuenta, cuéntame más caminante por favor, por favor.

Caminante: Es
tá bien pero con calma. Si eres fría es porque el calor mas fuerte no te puede derretir, si eres amorfa es que eres diferente a los demás, si haces caer a las personas es que eso le ayuda a levantarse con mas energía y no eres para nada indiferente sino no te hubiese importado lo que digan los demás.

Piedrecilla: ¿Por qué?

Caminante: Porque el indiferente es aquella persona que no presta atención a los pensamientos y sentimientos de los demás y por lo que he escuchado tu has prestado atención a los pensamientos y sentimientos de aquellas personas.

Piedrecilla: ¡Si es verdad! Entonces si tengo muchas virtudes
. Gracias caminante ya no voy a llorar mas, me has ayudado mucho te lo agradezco.

Entonces la piedrecilla dejo de sollozar, pero antes de dejar al caminante y hizo un último favor, se le puso en su camino y el Caminante tropezó y en ese instante como por arte de magia el caminante dijo: “ah, ya me acorde por donde era mi hogar, si no me hubiese tropezado tal vez no me acordaría, gracias piedrecilla” Y así fue como termino todo, la piedrecilla contenta y el caminante en su hogar.

jueves, 22 de noviembre de 2012

CARBON




Un día, Andres entró a su casa dando patadas en el suelo y gritando muy molesto.
Su padre, lo llamó. Andres, lo siguió, diciendo en forma irritada:

- Papá, ¡Te juro que tengo mucha rabia! Pedro no debió hacer lo que hizo conmigo. Por eso, le deseo todo el mal del mundo, ¡Tengo ganas de matarlo!

Su padre, un hombre simple, pero lleno de sabiduría, escuchaba con calma al hijo quien continuaba diciendo:

- Imagínate que el estúpido de Pedro me humilló frente a mis amigos. ¡No acepto eso! Me gustaría que él se enfermara para que no pudiera ir más a la escuela.

El padre siguió escuchando y se dirigió hacia una esquina del garaje de la casa, de donde tomó un saco lleno de carbón el cual llevó hasta el final del jardín y le propuso:

- ¿Ves aquella camisa blanca que está en el tendedero? Hazte la idea de que es Pedro y cada pedazo de carbón que hay en esta bolsa es un mal pensamiento que va dirigido a él. Tírale todo el carbón que hay en el saco, hasta el último pedazo. Después yo regreso para ver como quedó.

El niño lo tomó como un juego y comenzó a lanzar los carbones pero como el tendedero estaba lejos, pocos de ellos acertaron la camisa.

Cuando, el padre regresó y le preguntó:

- Hijo ¿Qué tal te sientes?

- Cansado pero alegre. Acerté algunos pedazos de carbón a la camisa.

El padre tomó al niño de la mano y le dijo:

- Ven conmigo quiero mostrarte algo.

Lo colocó frente a un espejo que le permite ver todo su cuerpo.... ¡Qué susto!
Estaba todo negro y sólo se le veían los dientes y los ojos. En ese momento el padre dijo:

- Hijo, como pudiste observar la camisa quedó un poco sucia pero no es comparable a lo sucio que quedaste tú. El mal que deseamos a otros se nos devuelve y multiplica en nosotros. Por más que queremos o podamos perturbar la vida de alguien con nuestros pensamientos, los residuos y la suciedad siempre queda en nosotros mismos.

Ten mucho cuidado con tus pensamientos porque ellos se transforman en palabras.
Ten mucho cuidado con tus palabras porque ellas se transforman en acciones.
Ten mucho cuidado con tus acciones porque ellas se transforman en hábitos.
Ten mucho cuidado con tus hábitos porque ellos moldean tu carácter.
Y ten mucho cuidado con tu carácter porque de él dependerá tu destino.

viernes, 9 de noviembre de 2012

DOLOR


Escalera


Mulla Nasrudin se cayo de una escalera y se hizo mucho daño.
A pesar de los emplastos y de las pociones, el dolor le hacía sufrir terriblemente. Sus amigos fueron a consolarle:
- ¡Hubiera podido ser mucho peor! – dijo uno.
- Después de todo, no te has roto nada – dijo otro.
- Pronto te repondrás – dijo un tercero.




En el colmo del dolor, Nasrudin se puso a pegar alaridos:
- ¡Salid todos de aquí!
- ¡Abandonad esta habitación en el acto!
- ¡Madre, no dejes entrar a nadie a menos que se haya caído alguna vez de una escalera!
Maestro: Si no has sufrido nunca, ¿cómo puedes ponerte en lugar de aquellos que sufren? Es la experiencia la que vale, la teoría no la puede sustituir.

martes, 6 de noviembre de 2012

55 AÑOS



Un famoso profesor se encontró frente a un grupo de jove­nes universitarios que estaban en contra del matrimonio. Los muchachos defendían que el romanticismo cons­tituye el verdadero sustento de las parejas y que es preferible acabar con la relación cuando ésta se apaga en lugar de entrar a la hueca monotonía del matrimonio.
El maestro les dijo que respetaba su opinión, pero les rela­tó lo siguiente:
Mis padres vivieron cincuenta y cinco años casados. Una mañana, mi mamá bajaba las escaleras para prepararle a papá el desayuno y sufrió un infarto. Mi padre la alcanzó, la levantó como pudo y, casi a rastras, la subió a la furgoneta. A máxima ve­locidad, sin respetar los semáforos, condujo hasta el hospital más cercano. Cuando llegó, por desgracia, ya había fallecido.
Durante el funeral, mi padre no habló en lo más minino, su mirada estaba per­dida y casi no lloró. Esa noche, sus hijos nos reunimos con él.
En un ambiente de dolor y de nostalgia recordamos hermo­sas anécdotas sobre mi madre. Él pidió a mi hermano, que es teólogo, que le dijera dónde estaría mamá en ese preciso momento; mi hermano comenzó a hablar de la vida después de la muerte, conjeturó cómo y dónde estaría ella.
Mi padre escuchaba con gran atención y de repente, pidió:
“Llévenme al cementerio!”
“Papá”,respondimos nosotros, “son las doce de la noche. No podemos ir al cementerio ahora.”
Alzó la voz y, con una mirada con lagrimas, dijo: “No discutan conmigo, por favor; no discutan con el hombre que acaba de perder a la que fue su esposa durante cincuenta y cinco años.”
En ese momento se produjo un respetuoso silencio y  no discu­timos más. Fuimos al cementerio, pedimos permiso al cuidador y con una linterna a cuestas llegamos a la lápida. Mi padre la acarició, rezó y nos dijo a sus hijos, que veíamos la escena conmovidos:
“Fueron cincuenta y cinco buenos años… ¿Saben?, nadie puede hablar delamor verdadero si no tiene idea de lo que es compartir la vida con una mujer así —hizo una pausa y se lim­pió la cara—. Ella y yo estuvimos juntos en aquella crisis, en mi cambio de empleo —continuó—. Hicimos la mudanza cuando vendimos la casa y nos mudamos a la ciudad. Compartimos la alegría de ver a nuestros hijos crecer y terminar sus carreras, lloramos uno al lado del otro la partida de nuestros seres más queridos, reza­mos juntos en la sala de espera de algunos hospitales, nos apo­yamos en el dolor, nos abrazamos en cada Navidad y perdona­mos nuestros errores… Hijos, ahora se ha ido y estoy contento, ¿saben por qué? Porque se fue antes que yo, no tuvo que vivir la agonía y el dolor de enterrarme, de quedarse sola después de mi partida. Seré yo quien pase por eso, y le doy gracias a Dios. La amo tanto que no me hubiera gustado que sufriera…”
Cuando mi padre terminó de hablar, mis hermanos y yo te­níamos el rostro lleno de lágrimas. Lo abrazamos y él nos consoló: “Todo está bien, hijos; podemos irnos a casa". 

sábado, 3 de noviembre de 2012

PENSAMIENTO LIMITADO




Le pregunté a un alumno: "¿Cómo harías para ir de este cuarto a aquel otro?"
Me respondió: "Primero hay que pararse, luego dar un paso hacia adelante..."
Lo detuve y le pedí: "Nombrame todas las formas posibles para llegar de este cuarto al otro."
Enumeró: "Puede irse corriendo, caminando, saltando, a los brincos, dando vueltas de carnero... Uno puede llegarse hasta esa puerta, salir de la casa, entrar por la otra puerta y dirigirse a ese cuarto. O bien, si uno quiere, puede saltar por la ventana..."
Le dije: "Ibas a incluir todas las formas posibles, pero cometiste una omisión, una importante omisión. Normalmente yo empiezo por dar el siguiente ejemplo: 'Si quiero pasar de este cuarto a aquel otro, salgo por la puerta, tomo un taxi hasta el aeropuerto, compro un pasaje a Chicago, Nueva York, Londres, Roma, Atenas, Hong Kong, Honolulú, San Francisco, Chicago, Dallas, Phoenix, vuelo en una limosina y entro por el patio de atrás, paso la puerta trasera, y de la habitación del fondo paso a ese otro cuarto.' ¡ Y tú sólo pensaste en ir hacia adelante! No se te ocurrió ir hacia atrás, ¿no es cierto? Tampoco se te ocurrió gatear."
Mi alumno agregó: "Ni deslizarme sobre mi estómago."
¡Nos limitamos tan espantosamente en todo lo que pensamos!

jueves, 1 de noviembre de 2012

13 LINEAS PARA VIVIR






Trece lineas para meditar...

CRECIMIENTO









En un funeral, uno a uno los empleados agitados se aproximaban al ataúd, miraban al difunto y tragaban seco. Se quedaban unos minutos en el más absoluto silencio, como si les hubieran tocado lo más profundo del alma.

Resulta que en el fondo del ataúd había un espejo, donde al mirar cada uno se veía reflejado, con el siguiente texto:

“Sólo existe una persona capaz de limitar tu crecimiento: ¡TU MISMO”!

Tú eres la única persona que puede hacer una revolución en tu vida. Tú eres la única persona que puede perjudicar tu vida, y la única que puede ayudarse.

Tu vida no cambia cuando cambia tu jefe, cuando tus amigos cambian, cuando tus padres cambian, cuando tu pareja cambia. Tu vida cambia, cuando tú cambias, eres el único responsable por ella. “Examínate y no te dejes vencer”

“El mundo es como un espejo, que devuelve a cada persona, el reflejo de sus propios pensamientos. La manera como tu encaras la vida es lo que hace la diferencia”.

sábado, 27 de octubre de 2012

CORAJE




Había dos templos rivales. Los dos maestros, probablemente sólo se trataba de supuestos maestros; en realidad, debían ser sacerdotes estaban tan en contra el uno del otro que le dijeron a sus seguidores que no debían mirar nunca hacia el otro templo.  
Cada sacerdote tenía un niño a su servicio para traerle cosas o hacer los recados. El sacerdote del primer templo le dijo a su niño sirviente: 
—No hables nunca con el otro chico. Esa gente es peligrosa. Pero los niños son niños. Un día se encontraron en la carretera, y el niño del primer templo le preguntó al otro:
-¿Adónde vas? El otro le dijo:
—A donde me lleve el viento. —Una gran declaración. Pero el primer niño estaba muy avergonzado y ofendido porque no había encontrado ninguna respuesta a esto. Estaba triste y enfadado, y también le remordía la conciencia. Mi maestro me ha dicho que no debía hablar con esa gente. Esa gente es realmente peligrosa. Pero ¿qué clase de respuesta es ésa? Me ha humillado. Fue a su maestro y le dijo lo que había ocurrido:
—Siento haber hablado con él. Tenías razón, son raros. ¿Qué clase de respuesta es ésa? Yo le pregunté: «¿Adónde vas?» una pregunta sencilla, normal y sabía que estaba yendo al mercado igual que yo. Pero me contestó: «A donde me lleve el viento.» El maestro le dijo:
—Te había advertido, pero no me has hecho caso. Mira, mañana te vuelves a colocar en el mismo sitio. Cuando llegue él, le preguntas: -«¿Adónde vas?», y él dirá: «A donde me lleve el viento.>~ Entonces, tú también tienes que ser un poco más filosófico y decirle: «¿Y si no tienes piernas?» —porque el alma es incorpórea y el viento no se puede llevar al alma a ningún sitio, entonces, ¿qué harás?»  
El niño quería estar absolutamente preparado; se pasó toda la noche repitiéndolo. A la mañana siguiente se marchó muy pronto hacia el lugar, se colocó en el mismo sitio, y a la misma hora volvió a aparecer el otro niño. Estaba muy contento, ahora le iba a enseñar qué es la verdadera filosofía. Así que le preguntó:
—¿Adónde vas? —Y se quedó esperando. El niño dijo:
—Voy al mercado a comprar verduras. Y ahora, ¿de qué le servía la filosofía que había aprendido?
La vida es así. No puedes prepararte, no puedes estar listo. Ésa es su belleza, ése es el misterio, que siempre te coge de sorpresa, siempre llega de sorpresa.Cada momento es una sorpresa y no se puede aplicar una respuesta premeditada.

Sacado de las enseñanzas de Osho

lunes, 15 de octubre de 2012

LO MAS IMPORTANTE





En cierta ocasión durante una charla que di ante un grupo de abogados, me hicieron esta pregunta:

- "¿Que es lo mas importante que ha hecho en su vida?".

La respuesta me vino a la mente en el acto, pero no fue la que di, porque las circunstancias no eran las apropiadas. En mi calidad de abogado de la industria del espectáculo, sabia que los asistentes deseaban escuchar anécdotas sobre mi trabajo con las celebridades. Pero, he aquí la verdadera, la que surgió de lo más recóndito de mis recuerdos.

Comencé el día jugando con un amigo mío al que no había visto en mucho tiempo, entre jugada y jugada conversamos acerca de lo que estaba pasando en la vida de cada cual, me contó que su esposa y él acababan de tener un bebe, y que el pequeño los mantenía en vela todas las noches. Mientras jugábamos, un coche se acerco haciendo rechinar las llantas y tocando el claxon con insistencia: era el padre de mi amigo, que consternado, le dijo que su bebe había dejado de respirar y lo habían llevado de urgencia al hospital, en un instante mi amigo subió al auto y se marcho, dejando tras de si una nube de polvo. Por un momento me quede donde estaba, sin acertar a moverme, pero luego trate de pensar que debía hacer:


¿Seguir a mi amigo al hospital? mi presencia allí, me dije, no iba a servir de nada, pues la criatura seguramente estaría al cuidado de médicos y enfermeras, y nada de lo que yo hiciera o dijera iba a cambiar las cosas.
¿Brindarle mi apoyo moral? bueno, quizá, pero tanto el como su esposa provenían de familias numerosas y sin duda estarían rodeados de parientes que les ofrecerían consuelo y el apoyo necesarios pasara lo que pasara, lo único que haría seria estorbar; además había planeado dedicar todo mi tiempo a mi familia, que estaba aguardando mi regreso, así, decidí reunirme con ellos e ir mas tarde a ver a mi amigo.


Al poner en marcha el auto que había rentado, me percate que mi amigo había dejado su camioneta, con las llaves puestas, estacionada junto a las canchas. Me vi entonces ante otro dilema: no podía dejar así el vehículo, pero si lo cerraba y me llevaba las llaves, "¿que iba a hacer con ellas?".
Podía pasar a su casa a dejarlas, pero como no tenia a la mano ni un papel para escribirle una nota, no podría avisarle lo que había hecho. Decidí pues ir al hospital y entregarle las llaves.


Cuando llegue, me indicaron en que sala estaban mi amigo y su esposa, como supuse, el recinto estaba lleno de familiares que trataban de consolarlos. Entre sin hacer ruido y me quede junto a la puerta, tratando de decidir que hacer. No tardo en presentarse un medico, que se acerco a la pareja y, en voz baja les comunico que su bebe había fallecido, víctima del síndrome conocido como muerte en la cuna. Durante lo que pareció una eternidad, estuvieron abrazados, llorando, mientras todos los demás los rodeamos en medio del silencio y el dolor.
Cuando se recuperaron un poco, el medico les pregunto si deseaban estar unos momentos con su hijo. Mi amigo y su esposa se pusieron de pie caminaron resignadamente hacia la puerta, al verme allí, en un rincón, la madre se acerco, me abrazo y comenzó a llorar, también mi amigo se refugio en mis brazos: "gracias por estar aquí" me dijo.


Durante el resto de la mañana permanecí sentado en la sala de urgencias del hospital, viendo a mi amigo y a su esposa sostener en brazos a su bebe y despedirse de él.
Eso es lo más importante que he hecho en mi vida, aquella experiencia me dejo tres enseñanzas:

Lo más importante que he hecho en la vida ocurrió cuando no había absolutamente nada que yo pudiera hacer, nada de lo que aprendí en la universidad, ni en los seis años que llevaba ejerciendo mi profesión, me sirvió en tales circunstancias. A dos personas a las que yo estimaba les sobrevino una desgracia, y yo era impotente para remediarla, lo único que pude hacer fue acompañarlos y esperar el desenlace. pero estar allí en esos momentos en que alguien me necesitaba era lo principal.

Estoy convencido que lo más importante que he hecho en mi vida estuvo a punto de no ocurrir debido a las cosas que aprendí en la universidad y en mi vida profesional: me enseñaron a tomar los datos, analizarlos y organizarlos y después evaluar esa información sin apasionamientos, pero, al aprender a pensar, casi me olvide de sentir. hoy, no tengo duda alguna que debí haber subido al coche sin titubear y seguir a mi amigo al hospital.

Aprendí que la vida puede cambiar en un instante.
Intelectualmente, todos sabemos esto, pero creemos que las desdichas les pasan a otros. así, pues hacemos planes y concebimos nuestro futuro como algo tan real que pareciera que ya ocurrió, pero, al ubicarnos en el mañana dejamos de advertir todos los presentes que pasan junto a nosotros, y olvidamos que perder el empleo, sufrir una enfermedad grave, toparse con un conductor ebrio y miles de cosas mas pueden alterar ese futuro en un abrir y cerrar de ojos.


En ocasiones a uno le hace falta vivir una tragedia para volver a poner las cosas en perspectiva. Desde aquel día busque un equilibrio entre el trabajo y la vida; aprendí que ningún empleo, por gratificante que sea, compensa perderse unas vacaciones, romper con la pareja o pasar un día festivo lejos de la familia y aprendí que lo mas importante en la vida no es ganar dinero, ni ascender en la escala social, ni recibir honores, lo mas importante en la vida es: el tiempo que dedicamos a cultivarnos como personas, cultivar la amistad y el amor. por que al final de cuenta es lo que importa.

sábado, 13 de octubre de 2012

EL SABIO Y EL AMOR









Alguna vez, una pareja disuelta llegó al Sabio y le preguntaron:

-¿Por qué hubo de acabarse nuestro Amor? ¿Por qué hubo de terminarse? Y el Sabio les respondió:

-Porque amaban sólo con su cuerpo...Porque sólo era Amor físico. 
Por que tú la mirabas extasiado y contemplabas la belleza de ella, y ella te miraba y contemplaba extasiada tu belleza...más si sólo es Amor físico, igual puede extasiarse cada uno, con otra belleza.

–Si sólo la belleza de su cuerpo fundamentaba su unión, cuando llegó otro cuerpo más bello para sus ojos...se acabó la unión.

Y se acercó al Sabio otra pareja disuelta y preguntaron:

-¿Por qué nos hemos separado? –Y el Sabio respondió:

Porque amaban sólo con sus mentes, porque era sólo Amor mental.

Porque tú disfrutabas hablando y hablando horas con ella. Porque ella se extasiada, hablando y hablando horas contigo. Porque amaban la conversación y amaban el intelecto...Y este Amor aguantó un poco más, más cuando hubo una conversación más interesante, se acabó.

Y se acercó al Sabio, otra pareja disuelta y preguntaron: -¿Por qué se ha disuelto nuestra unión?

–Y el Sabio les respondió: Porque amaban sólo con sus emociones. Porque tú disfrutabas danzando, riendo, jugando y disfrutando con ella, como ella disfrutaba de su vida, con la emoción que producías al lado de ella. Más cuando hubo una emoción más fuerte y placentera, se acabó. -

Y finalmente el Sabio les dice a las tres parejas:


El Amor verdadero les aquel que reúne todos estas cualidades que he nombrado.
Y es Amor verdadero cuando miras su cuerpo y disfrutas la belleza que contempla tu vista, y amas sus ojos, sus cabellos, amas sus labios, y amas envolverte en sus brazos.

Es Amor verdadero cuando te deleitas escuchándole. Cuando hablas y hablas por horas, sin querer que termine tan bello diálogo. Cuando es igual el lenguaje, y parecen iguales las palabras.

Y tu mente adivina lo que el otro piensa y el otro respeta tu espacio y ama lo que piensas. No intenta cambiar tu personalidad.

Te acompaña y comparte tu pensar y sentir.

Y es Amor verdadero, cuando vibras y disfrutas la vida, cada emoción, cada instante en la risa y en el llanto, en la alegría y en la tristeza, en apoyarse mutuamente, en los momentos difíciles, en los éxitos y en los fracasos, en el silencio y en el diálogo, en la reconciliación y el acuerdo.


El Amor verdadero....todo lo puede, todo lo alcanza, todo lo justifica....todos los muros derriba, todos los obstáculos vence, todas las fallas perdona, todas las dudas aclara...todos los sinsabores endulza, todas las distancias traspasa.

Y el Amor verdadero, no se pregunta:

¨¿Por qué he de amarte acaso? Justifícame y explícame, ¿Por qué he de amarte yo a ti?..¡Gánatelo con títulos y riquezas! ¡Gánatelo con detalles y halagos! ¡Gánatelo con regalos! ¡Gánatelo con homenajes y cantos!¨

El Amor verdadero, se posa frente a ti y te expresa:

¨Estoy aquí para amarte hasta el fin...Estoy aquí para amarte sin preguntarte ¿Por qué?. Estoy aquí para amarte, no importa lo que hagas...Simplemente para amarte!

viernes, 12 de octubre de 2012

SAL Y DOLOR





Un envejecido maestro hindú ya estaba cansado de las quejas de su aprendiz, y así que una mañana, lo mandó por un poco de sal. Cuando volvió el aprendiz, el maestro le dio instrucciones al infeliz joven que pusiera un puñado de sal en un vaso de agua y después beberlo.

- ¿Cómo sabe? Pregunta el maestro.

- Salada, escupe el aprendiz.

El maestro ríe sofocadamente y luego le pide al joven que tome un mismo puñado de sal y lo deposite en el lago. Los dos caminaron en silencio hasta el lago más cercano, y una vez que el aprendiz depositó su puñado de sal en el agua, el anciano le dijo:

- Ahora bebe del lago.

El agua goteaba por la barbilla del joven, el maestro le pregunta:

- ¿Cómo sabe ahora?
- Dulce, hacía nota el aprendiz.
- ¿saboreaste la sal? Pregunta el maestro.
- No. dijo el joven.

En esto, el maestro se sienta al lado del serio joven quien lo recordaba de sí mismo y tomó sus manos, ofreciéndole:
- El dolor de la vida es sal pura; no es más, ni menos. La cantidad de dolor en la vida sigue siendo exactamente el mismo. Sin embargo, La cantidad de amargura que saboreamos depende en el envase que pongamos el dolor. Así que cuando sientas dolor, la única cosa que puedes hacer es agrandar tu sentido de las cosas…

- Deja de ser el vaso. Llega a ser el lago.

jueves, 11 de octubre de 2012

TIEMPO







Cierta vez un hombre muy rico cayó en cama por una enfermedad incurable, los mejores médicos reconocidos internacionalmente lo trataron y buscaron en vano la cura de su enfermedad. Todos sus familiares al saber que su amado ser moriría y que tristemente le quedaban ya pocos días de vida decidieron reunirse y compartir sus últimos días con él. 


El hombre consciente de la situación tomó aire y dijo - Deseo que mi ataúd sea cargado por los mejores médicos que me han tratado. Deseo que todos mis tesoros sean esparcidos por el camino hasta mi tumba, y por último deseo que mis manos queden en el aire fuera del ataúd.

Uno de sus familiares presente más asombrado pregunto cuáles eran sus razones. A lo que el hombre respondió - quiero que los más eminentes médicos carguen mi ataúd para demostrar que ellos no tienen ante la muerte el poder de curar, quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos puedan ver que los bienes materiales aquí conquistados, aquí se quedan, y quiero que mis manos queden descubiertas, para que las personas puedan ver que vinimos con las manos vacías, y con las manos vacías partimos, al morir nada material te llevas.

"El tiempo" es el tesoro más valioso que tenemos, podemos producir más dinero, pero no más tiempo.

martes, 9 de octubre de 2012

VISIONES PARCIALES





Se hallaba el Buda en el bosque de Jeta cuando llegaron un buen número de ascetas de diferentes escuelas metafísicas y tendencias filosóficas.
Algunos sostenían que el mundo es eterno, y otros, que no lo es; unos que el mundo es finito, y otros, infinito; unos que el cuerpo y el alma son lo mismo, y otros, que son diferentes; unos, que el Buda tiene existencia tras la muerte, y otros, que no. Y así cada uno sostenía sus puntos de vista, entregándose a prolongadas polémicas. Todo ello fue oído por un grupo de monjes del Buda, que relataron luego el incidente al maestro y le pidieron aclaración. El Buda les pidió que se sentaran tranquilamente a su lado, y habló así:
--Monjes, esos disidentes son ciegos que no ven, que desconocen tanto la verdad como la no verdad, tanto lo real como lo no real. Ignorantes, polemizan y se enzarzan como me habéis relatado. Ahora os contaré un suceso de los tiempos antiguos. Había un maharajá que mandó reunir a todos los ciegos que había en Sabathi y pidió que los pusieran ante un elefante y que contasen, al ir tocando al elefante, qué les parecía. Unos dijeron, tras tocar la cabeza: “Un elefante se parece a un cacharro”; los que tocaron la oreja, aseguraron: “Se parece a un cesto de aventar”; los que tocaron el colmillo: “Es como una reja de arado”; los que palparon el cuerpo: “Es un granero”. Y así, cada uno convencido de lo que declaraba, comenzaron a querellarse entre ellos.
El Buda hizo una pausa y rompió el silencio para concluir:
--Monjes, así son esos ascetas disidentes: ciegos, desconocedores de la verdad, que, sin embargo, sostienen sus creencias.

La visión parcial entraña más desconocimiento que conocimiento.

jueves, 4 de octubre de 2012

DARLO TODO






Detrás del mostrador, el hombre miraba distraídamente hacia la calle, mientras una pequeña niña se aproximaba al local. Ella aplastó su naricita contra el vidrio del espectacular escaparate y, de pronto, sus ojos color miel brillaron cuando vio un determinado objeto.

Entonces, ella entró decididamente en el local. Pidió ver un hermoso collar azul que le había llamado poderosamente la atención, y le dijo al vendedor:

- Es para mi hermana. ¿Podría hacerme un lindo paquete con ese collar?

El dueño del local, que estaba a un lado, miró a la chica con cierta desconfianza, y con toda tranquilidad, le preguntó:

- ¿Cuánto dinero tienes, pequeña?

Sin alterarse ni un instante, la niña sacó de su bolsillo un atadito lleno de nudos y, delicadamente, fue deshaciéndolos uno a uno. Cuando terminó, colocó orgullosamente el pañuelo sobre el mostrador y, con inusitado aplomo, dijo:

- Esto alcanza, ¿no?. En el pañuelo solamente había unas cuantas monedas… Mirando al dueño con una tierna mirada, que expresaba una mezcla de ilusión y tristeza, le dijo:

- ¿Sabe? Desde que nuestra madre murió, mi hermana me ha cuidado con mucho cariño y la pobre nunca tiene tiempo para ella… Hoy es su cumpleaños, y estoy segura de que ella estará feliz con este collar, porque es justo del color de sus ojos…

El empleado miraba al dueño, sin saber qué hacer o decir, pero éste sólo sonrió a la niña, se fue a la trastienda, y personalmente lo envolvió en un espectacular papel plateado, e hizo un hermoso moño con una cinta azul. Ante el estupor del empleado, el dueño colocó el hermoso paquete en una de las exclusivas bolsas de la joyería, y se lo entregó a la pequeña, diciéndole: - Toma, llévalo con cuidado.

Ella se fue feliz, saltando calle abajo.

Todavía no había terminado el día, cuando una encantadora joven, de cabellos rubios y maravillosos ojos azules, entró en el negocio. Colocó sobre el mostrador el paquete desenvuelto, y preguntó:

- Este collar, ¿fue comprado aquí?

El empleado, cortésmente, le pidió que esperara un momento, y fue a llamar al dueño, quien de inmediato regresó, y con la más respetuosa sonrisa, le dijo:

- Sí, señora, este collar es una de las piezas especiales de nuestra colección exclusiva y, en efecto, fue comprado aquí esta mañana.

- ¿Cuánto costó?

- Lamento no poder brindarle esa información, señora. Es nuestra política, que el precio de cualquier artículo siempre es un asunto confidencial entre la empresa y el cliente.

- Pero mi hermana sólo tenía algunas monedas, que ha juntado haciendo muñecas de trapo con ropa vieja, pues mi sueldo es demasiado modesto y apenas nos alcanza para sobrevivir. Este collar, ciertamente, no es de fantasía, ¡y ella simplemente no tendría dinero suficiente para pagarlo…!

El hombre tomó el estuche, rehizo el envoltorio casi ceremoniosamente y, con mucho cariño, colocó de nuevo la cinta, diciendo mientras se lo devolvía a la joven:

- Ella pagó el precio más alto que cualquier persona puede pagar: Ella dio todo lo que tenía.

El silencio llenó el local, y las lágrimas rodaron por el rostro de la joven, mientras sus manos tomaban el paquete y salía de allí lentamente, abrazándolo fuerte, contra su pecho.

CONFUSIÓN





Había una vez un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos. Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente triste. El pobre tenía un problema: "No sabía quién era".

Lo que le faltaba era concentración, le decía el manzano, si realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas. "¿Ves qué fácil es?".

No lo escuches, exigía el rosal. Es más sencillo tener rosas y "¿Ves qué bellas son?".
Y el árbol desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado.
Un día llegó hasta el jardín el buho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó: "No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. Yo te daré la solución: No dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas... ¡sé tú mismo!, ¡conócete!, y para lograrlo, escucha tu voz interior". Y dicho ésto, el buho desapareció.

¿Mi voz interior...?, ¿Ser yo mismo...?, ¿Conocerme...?, Se preguntaba el árbol desesperado, cuando finalmente comprendió... y cerrando los ojos y los oídos, ¡abrió el corazón!, y por fin pudo escuchar su voz interior diciéndole: 
"Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble, y tu destino es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje. Tienes una misión... ¡Cúmplela!".

Y el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado. Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos. Y sólo entonces el jardín fue completamente feliz 

miércoles, 3 de octubre de 2012

SALVADORES




«¿Qué demonios estás haciendo?», le pregunté al mono cuando le vi sacar un pez del agua y colocarlo en la rama de un árbol.«Estoy salvándole de perecer ahogado», me respondió.

Lo que para uno es comida, es veneno para otro. El sol, que permite ver al águila, ciega al búho.

martes, 25 de septiembre de 2012

EL CAMINO DEL AMOR





Había una princesa que estaba locamente enamorada de un capitán de su guardia y, aunque sólo tenía 17 años, no tenía ningún otro deseo que casarse con él, aún a costa de lo que pudiera perder. Su padre que tenía fama de sabio no cesaba de decirle:

-No estás preparada para recorrer el camino del amor. El amor es renuncia y así como regala, crucifica. Todavía eres muy joven y a veces caprichosa, si buscas en el amor sólo la paz y el placer, no es este el momento de casarte.

-Pero, padre, ¡sería tan feliz junto a él!, que no me separaría ni un solo instante de su lado. Compartiríamos hasta el más profundo de nuestros sueños.

Entonces el rey reflexionó y se dijo:

-Las prohibiciones hacen crecer el deseo y si le prohíbo que se encuentre con su amado, su deseo por él crecerá desesperado. Además los sabios dicen: “Cuando el amor os llegue, seguidlo, aunque sus senderos son arduos y penosos”.

De modo que al fin le dijo a su hija:

-Hija mía, voy a someter a prueba tu amor por ese joven. Vas a ser encerrada con él cuarenta días y cuarenta noches. Si al final siguen queriéndose casar es que estás preparada y entonces tendrás mi consentimiento.

La princesa, loca de alegría, aceptó la prueba y abrazó a su padre. Todo marchó perfectamente los primeros días, pero tras la excitación y la euforia no tardó en presentarse la rutina y el aburrimiento. Lo que al principio era música celestial para la princesa se fue tornando ruido y así comenzó a vivir un extraño vaivén entre el dolor y el placer, la alegría y la tristeza. Así, antes de que pasaran dos semanas ya estaba suspirando por otro tipo de compañía, llegando a repudiar todo lo dijera o hiciese su amante. A las tres semanas estaba tan harta de aquel hombre que chillaba y aporreaba la puerta de su recinto. Cuando al fin pudo salir de allí, se echó en brazos de su padre agradecida de haberle librado de aquel a quién había llegado a aborrecer.

Al tiempo, cuando la princesa recobró la serenidad perdida, le dijo a su padre:

-Padre, háblame del matrimonio.

Y su padre, el rey, le dijo:

-Escucha lo que dicen los poetas de nuestro reino:

“Dejad que en vuestra unión crezcan los espacios.
Amaos el uno al otro, más no hagáis del amor una prisión.
Llenaos mutuamente las copas, pero no bebáis de la misma.
Compartid vuestro pan, más no comáis del mismo trozo.
Y permaneced juntos, más no demasiados juntos,
pues ni el roble ni el ciprés, crecen uno a la sombra del otro”

martes, 11 de septiembre de 2012

HECHIZOS





Había una vez una mujer inteligente y de gran corazón. Esta mujer tenía una hija a la que adoraba. Una noche llegó a casa después de un duro día de trabajo, muy cansada, tensa y con un terrible dolor de cabeza. Quería paz y tranquilidad, pero su hija saltaba y cantaba alegremente. No era consciente de cómo se sentía su madre; estaba en su propio mundo, en su propio sueño. Se sentía de maravilla y saltaba y cantaba cada vez más fuerte, expresando su alegría y su amor. Cantaba tan fuerte que el dolor de cabeza de su madre aún empeoró más, hasta que, en un momento determinado, la madre perdió el control. Miró muy enfadada a su preciosa hija y le dijo: «¡Cállate! Tienes una voz horrible. ¿Es que no puedes estar callada?».

Lo cierto es que, en ese momento, la tolerancia de la madre frente a cualquier ruido era inexistente; no era que la voz de su hija fuera horrible. Pero la hija creyó lo que le dijo su madre y llegó a un acuerdo con ella misma. Después de esto ya no cantó más, porque creía que su voz era horrible y que molestaría a cualquier persona que la oyera. En la escuela se volvió tímida, y si le pedían que cantase, se negaba a hacerlo. Incluso hablar con los demás se convirtió en algo difícil. Ese nuevo acuerdo hizo que todo cambiase para esa niña: creyó que debía reprimir sus emociones para que la aceptasen y la amasen.

Siempre que escuchamos una opinión y la creemos, llegamos a un acuerdo que pasa a formar parte de nuestro sistema de creencias. La niña creció, y aunque tenía una bonita voz, nunca volvió a cantar. Desarrolló un gran complejo a causa de un hechizo, un hechizo lanzado por la persona que más la quería: su propia madre, que no se dio cuenta de lo que había hecho con sus palabras. No se dio cuenta de que había utilizado magia negra y había hechizado a su hija. Desconocía el poder de sus palabras, y por consiguiente no se la puede culpar. Hizo lo que su propia madre, su padre y otras personas habían hecho con ella de muchas maneras diferentes: utilizar mal sus palabras.

¿Cuántas veces hacemos lo mismo con nuestros propios hijos? Les lanzamos opiniones de este tipo y ellos cargan con esa magia negra durante años y años. Las personas que nos quieren emplean magia negra con nosotros, pero no saben lo que hacen. Por ello debemos perdonarlos, porque no saben lo que hacen.

LOS CUATRO ACUERDOS – Miguel Ruiz