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sábado, 13 de agosto de 2011

LOS TRES FILTROS





En la antigua Grecia, Sócrates fue famoso por su sabiduría y por el gran respeto que profesaba a todos.

Un día un conocido se encontró con el gran filósofo y le dijo:

- “¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo?”

- “Espera un minuto”, replicó Sócrates. “Antes de decirme nada quisiera que pasaras un pequeño examen. Yo lo llamo el examen del triple filtro.”

- “¿Triple filtro?”

- “Correcto”, continuó Sócrates. “Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir. Es por eso que lo llamo el examen del triple filtro.”

- “El primer filtro es la verdad. ¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?”

- “No”, dijo el hombre, “realmente solo escuché sobre eso y...”

- “Bien”, dijo Sócrates. “Entonces realmente no sabes si es cierto o no.”

- “Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el filtro de la bondad. ¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?”

- “No, por el contrario...”

- “Entonces, deseas decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro de que sea cierto.”

- “Pero podría querer escucharlo porque queda un filtro: el filtro de la utilidad. ¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo?”

- “No, la verdad que no.”

- “Bien”, concluyó Sócrates, “si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno, e incluso no es útil... ¿para qué querría saberlo?”

1 comentario:

  1. ¡Ala! qué bien si todos nos aplicamos el cuento y "cotilleamos" menos. Muy bueno el cuento Jose. un cordial saludo

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