Ayer leí por casualidad uno de esos cuentos que gustan leer. Se trataba de un violinista que estaba en un concierto muy importante acompañado de una orquesta, y lleno de público. Tocando en esta función las mejores notas jamás oídas se le rompió una cuerda del violín. La orquesta paro, y el público se desilusiono, pero el violinista siguió tocando con tres cuerdas y la orquesta le seguía. Las notas que salían del violín eran igualmente preciosas. Pero nuevamente se rompió otra cuerda, y la orquesta paro, el público atónito no creía que le sucediera aquello a uno de los mejores violinistas, pero este decidió seguir tocando y la orquesta le acompañaba de nuevo. De pronto otra cuerda se rompió y solo quedaba una cuerda en el violín, la orquesta paro, no viendo salida a la situación para tan genial violinista, el publico lamentaba la tremenda situación, pero otra vez el violinista se puso a tocar y de la única cuerda que le quedaba saco las mejores notas musicales jamás oídas en violín y pudo terminar el concierto. Queda claro que al margen de las adversidades se puede seguir adelante.
Reflexiones sobre la vida humana y sus vicisitudes. Moralejas y lecciones de las que todos podemos aprender. Sobre la importancia de vivir el momento y tener la lucidez suficiente para saber disfrutarlo
Relax
domingo, 15 de junio de 2014
LAS CUERDAS DEL VIOLIN
Ayer leí por casualidad uno de esos cuentos que gustan leer. Se trataba de un violinista que estaba en un concierto muy importante acompañado de una orquesta, y lleno de público. Tocando en esta función las mejores notas jamás oídas se le rompió una cuerda del violín. La orquesta paro, y el público se desilusiono, pero el violinista siguió tocando con tres cuerdas y la orquesta le seguía. Las notas que salían del violín eran igualmente preciosas. Pero nuevamente se rompió otra cuerda, y la orquesta paro, el público atónito no creía que le sucediera aquello a uno de los mejores violinistas, pero este decidió seguir tocando y la orquesta le acompañaba de nuevo. De pronto otra cuerda se rompió y solo quedaba una cuerda en el violín, la orquesta paro, no viendo salida a la situación para tan genial violinista, el publico lamentaba la tremenda situación, pero otra vez el violinista se puso a tocar y de la única cuerda que le quedaba saco las mejores notas musicales jamás oídas en violín y pudo terminar el concierto. Queda claro que al margen de las adversidades se puede seguir adelante.
sábado, 7 de junio de 2014
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