
Un arquero quiso cazar la luna. Noche tras noche, sin descanso, lanzó sus flechas hacia el astro. Los vecinos comenzaron a burlarse de él. Inmutable, siguió lanzando sus flechas. Nunca cazó la luna, pero se convirtió en el mejor arquero del mundo.
Alejandro Jodorowsky
¡Qué precioso! Gracias Jose. Ójala todos nos esforcemos así por un ideal. Un abrazo
ResponderEliminarUn abrazo Beatriz!
ResponderEliminar